La constancia climática de algunos sectores mundiales apoyan la biodiversidad, aunque ya están siendo amenazadas por el efecto invernadero.
Una nueva investigación ha descubierto por qué los trópicos y una serie de otras áreas en todo el mundo se han convertido en los lugares con mayor biodiversidad del planeta.
Según lo publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences', los investigadores sugieren que los puntos críticos de biodiversidad, como la selva tropical Daintree, en Australia, y los bosques nubosos de Ecuador, están repletos de especies porque han sido ecológicamente estables durante largos períodos de tiempo, lo que permite que la evolución avance sin ser molestada.
Los hallazgos resaltan la amenaza que representa el cambio climático para algunos de los lugares más extraordinarios de la tierra y la importancia de brindar a la naturaleza la protección que necesita para prosperar, dicen los autores del estudio.
Los ecologistas siempre han tratado de entender por qué algunas áreas del planeta son extraordinariamente ricas en especies. La investigación se propuso encontrar una respuesta al enfocarse en la Región Florística del Cabo en Sudáfrica, un corazón no tropical de biodiversidad con alrededor de diez veces más especies de plantas nativas que el Reino Unido, todo ello constreñido en un área un poco más pequeña que Bélgica.
El equipo internacional de investigadores, incluidos científicos de la Universidad de York (Reino Unido), y las sudafricanas Universidad Nelson Mandela y Universidad de Ciudad del Cabo, mapearon las distribuciones de casi todas las 9.400 especies de plantas de la región, desde la protea real hasta las orquídeas.
Descubrieron que la riqueza de la región podría explicarse en gran medida por el hecho de que no había experimentado cambios importantes en su clima en los últimos 140.000 años.
Las teorías científicas anteriores han sugerido que la productividad, donde grandes cantidades de energía fluyen a través de un ecosistema, podría explicar los puntos críticos de biodiversidad, pero los investigadores descubrieron que esto solo desempeñaba un papel menor en la abrumadora variedad de vida de la Región Florística del Cabo.
El coautor del estudio, el doctor Colin Beale, del Departamento de Biología de la Universidad de York, explica que la investigación "se centró en la increíble diversidad de la Región Florística del Cabo porque las teorías competitivas de estabilidad versus productividad no se pueden desenredar en los trópicos, donde ambos son ciertos. Las excepciones a menudo aclaran la regla y nuestra investigación muestra que la historia ambiental de un lugar es importante para sus niveles de biodiversidad".
"Los resultados sugieren que la variación climática no afectará la biodiversidad de todas las regiones de manera uniforme. El impacto del cambio climático puede ser mayor en áreas donde la estabilidad ha sido la norma durante períodos de tiempo extremadamente largos -continúa-. Del mismo modo, cerca de los límites ecológicos más importantes, como los bosques de pastizales o matorrales a semidesérticos, el cambio climático puede causar una pérdida importante y duradera de la diversidad biológica".
El autor principal, el doctor Richard Cowling, de la Universidad Nelson Mandela, agrega que "la extraordinaria diversidad de la Región Florística del Cabo, tan rica como las regiones forestales tropicales más diversas, contradice la teoría de que la alta productividad es un requisito para la alta diversidad de plantas".
"Nuestro estudio muestra que la estabilidad ambiental del sudoeste de Sudáfrica, junto con la topografía accidentada de la región, explica los gradientes de diversidad en la región -añade-. Las mismas hipótesis pueden explicar la diversidad tropical; no hay necesidad de invocar la productividad".
Por su parte, el autor principal, el doctor Jonathan Colville, de la Universidad de Ciudad del Cabo, apunta que "en Sudáfrica no solo hay una biodiversidad increíble, sino también un conocimiento único y detallado de dónde se encuentran estas plantas, gracias a las colecciones en SANBI".
"Esta riqueza nos permitió reunir un equipo interdisciplinar de Sudáfrica y el Reino Unido para abordar una de las preguntas más desafiantes en ecología y destaca la importancia de las colaboraciones internacionales para el éxito futuro de la investigación sudafricana y la conservación de su biodiversidad", destaca.
Igualmente, el coautor, el profesor Brian Huntly, de la Universidad de Durham, destaca "el grado de estabilidad climática que permitió que el mismo tipo amplio de ecosistema, por ejemplo, los arbustos de Fynbos, persistiera en un área, a su vez apoyando la persistencia de especies adaptadas a ese ecosistema".
"La riqueza vegetal, la rotación y la diversidad evolutiva rastrean los gradientes de estabilidad y oportunidad ecológica en un centro de megadiversidad", señalan los autores.
(Con información de Europa Press)
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