El hallazgo revela que estos antiguos simios habrían aparecido hace 27 millones de años, aproximadamente.
(Agencia N+1 / Daria Spasskaya). Arqueólogos norteamericanos han descubierto el cráneo infantil casi completo de un mono antropoide, de unos 13 millones de años. El cráneo fue encontrado en los alrededores del lago Turkana, en Kenia, hace tres años, pero el artículo que detalla los hallazgos fue publicado ahora en la revista Nature. Science informa brevemente sobre el descubrimiento.
Los primeros homínidos – antiguos simios antropoides, entre los cuales está el ancestro de los humanos y de los monos modernos – habrían aparecido hace unos 27 millones de años. Durante el Mioceno (23,5 millones de años atrás), prosperaron y dejaron una gran cantidad de evidencia arqueológica. Sin embargo, la mayoría de los hallazgos, que hicieron posible describir a 40 especies de homínidos, son solo fragmentos de huesos o dientes. Por eso el cráneo con dientes, que los arqueólogos han descubierto en la orilla del lago Turkana, es de gran valor para la ciencia.
Los descubrimientos. Según los autores, encontraron el fósil por accidente. El análisis de radioisótopos mostró que la edad de los restos es de 13 millones de años, lo que los hace aún más valioso, pues a la fecha no se habían encontrado muestras en tan excepcional estado de conservación de un antropoide de 7 a 17 millones de años, en el continente africano.
Por lo tanto, el nuevo cráneo completa parcialmente la brecha en el árbol evolutivo de nuestros antepasados. Los científicos han clasificado al antiguo simio dentro del ya existente género Nyanzapithecus, destacando para él una nueva especie Nyanzapithecus alesi. "Ales" significa "ancestro" en la lengua local.
Particularidades. El pequeño tamaño del cráneo indica que perteneció a un individuo joven. El análisis por rayos X del esmalte dental mostró que el propietario del cráneo murió a la edad de 485 días. El cráneo se parece al de un gibón por una serie de características. Pero, según los científicos, los análisis demuestran que esta apariencia no es exclusiva de los gibones y que evolucionó varias veces entre monos extintos, actuales y sus parientes.
En el interior del cráneo se han conservado bien los fragmentos del oído interno. Su forma sugiere que el Nyanzapithecus pertenecía a los monos "avanzados", así como a los antepasados de los chimpancés y orangutanes. El Oreopithecus – un simio bípedo avanzado- tiene una estructura similar del oído interno. Sin embargo, el Nyanzapithecus, como el Oreopithecus, no son antepasados directos de los humanos ni de los simios antropoides, sino que representan una rama aparte.
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