La Selección Peruana juega este martes contra Australia en busca de sus primeros puntos en esta Copa del Mundo.
Por Juan Carlos Vizcarra
Identidad dentro y fuera de la cancha
Uno de los grandes logros de la gestión de Ricardo Gareca ha sido devolverle al jugador peruano una identidad extraviada tiempo atrás. El juego de la selección y la clasificación conseguida han provocado en la gente cercanía hacia todo lo que haga el equipo. Hay familiaridad con la selección, donde todos de alguna manera nos sentimos parte de este grupo. Y esto sucede no solamente por una determinada forma de jugar, sino también por el esfuerzo y compromiso que ponen nuestros jugadores. Perder es parte del juego, pero duele menos cuando sabes que fuiste protagonista, que no viviste 90 minutos arrodillado, esperando que el tiempo transcurra.
Hoy el hincha se ha puesto la camiseta rojiblanca y la luce con orgullo, pero lo que más nos alegra es que el mundo nos reconozca y frente a la aparición de un ciudadano peruano con su camiseta en cualquier lugar del mundo, se escucha distintos idiomas un “Perú” o “Vamos Perú”. Ya no somos gente anónima viajando por el mundo. Como antes fue la cocina, la que nos ubicó en el mapa de la consideración mundial, hoy lo ha hecho el fútbol.
Los aciertos de Gareca
Si hay algo necesario para el jugador peruano eso es el balón. El futbolista nacional empieza a ganar en confianza mientras la pelota está en su poder. Aunque muchos goles peruanos se hayan marcado de contragolpe, es evidente que los mejores momentos del equipo de Gareca se dan cuando controla el balón. Y esta es otra virtud, el manejo del ritmo. No necesitamos ni nos conviene ir al ritmo del rival. Hay que saber cuándo acelerar y cuándo meter el freno. Sorprender en el juego no es sinónimo de velocidad.
La elección de los jugadores para cada posición es otra arista por destacar en el DT argentino, por las bandas ha formado pequeños equipos de 2 o 3 jugadores con la capacidad de darle una salida clara al equipo. En la banda izquierda, tres zurdos (Trauco, Yotún y Flores) a punta de toques cortos y constantes movimientos le dan control y dinámica. En cambio, por la punta derecha, todo se hace en base a pura potencia y gambeta. Advíncula y Carrillo son dos portentos físicos que han logrado armonía a la hora de atacar como de defender. La única tarea pendiente es la perfección a la hora de los centros. Tiempo hay para mejorar.
La tarea de Pedro Aquino reemplazando a Renato Tapia, ha sido más que satisfactoria y de cara al futuro nos perfila una volante de contención que juega con el manual debajo del brazo. Tiene un radar natural para interceptar pases rivales. Y la claridad, de un experto, de saber que con un par de toque puede darle siempre continuidad al balón y al juego. Lo evolución de su juego lo debería invitar a acercarse más al área rival. La gran diferencia en favor de Renato Tapia es su enorme calidad para filtrar pases entre líneas. Es un puente entre la salida limpia de defensa que pasa por el medio campo para conectar de inmediato con Cueva o Paolo. Hoy la sociedad Tapia-Yotún parece sin fecha de expiración,
Las deudas
Llegamos al Mundial con el capitán y número 9 sin fútbol. Más preocupado por su situación en tribunales que en lo que pueda hacer en una cancha de fútbol. Paolo Guerrero siempre será una esperanza de gol. Pero en el máximo nivel no se pueden dar ventajas.
Este equipo de novatos en copas mundiales (tanto el entrenador como los jugadores no cuentan con experiencia en este tipo de torneos), se han visto sumergidos en momentos complicados, porque el Mundial es un torneo emocional. Donde una pequeña equivocación puede derrumbar todo un sistema estratégico de juego. España y Portugal estuvieron a punto de quedar fuera del Mundial en el último minuto.
Arriba, al equipo nacional, le costó encontrar variantes para desestabilizar a las defensas de Dinamarca, pero sobre todo a Francia. Hoy tenemos poco para elegir.
Volvimos a un Mundial, participamos y peleamos de igual a igual. Con equipos más fuertes y jugadores que son estrellas mundiales. Hoy queda una última oportunidad para sumar puntos y anotar goles. No es el último paso de la selección. Es el punto de partida para llegar más lejos.
Comparte esta noticia
Siguenos en