Los actores comparten roles con Sofia Rocha, Carlos Mesta, Javier Valdés, Carlos Tuccio, Graciela Paola, Mirella Carbone entre otros.
Jimena Lindo y César Ritter regresan a las tablas
para participar en Medea, obra dirigida por Gisela Cárdenas, donde comparten
roles con Sofia Rocha, Carlos Mesta, Javier
Valdés, Carlos Tuccio, Graciela Paola, Mirella Carbone entre otros.
Situados en un espacio contemporáneo, la directora recrea la obra de Eurípides, donde una mujer que renegó de su familia y de su patria por amor, es traicionada por su amante, a quien le reprocha haberse vendido al poder. Esto desatará su furia cometiendo el crimen más sangriento.
Es así que en una época llena de conflictos de carácter religioso, étnicos, de clase; "Medea" nos plantea el interrogante: ¿Quién es el otro? ¿A quién consideramos como otro? ¿Qué parte de nuestro ser necesita subyugar a otro, o traicionarlo, por el afán de poder; trasgrediendo así, muchas veces, su naturaleza humana.
A pesar de su longevidad, Medea es un texto que resuena en nuestras puertas. Toca, patea y araña las rejas tras las cuales intentamos guardar esa furia divina que es cálida cuando es escuchada, pero que puede destruir cuando se la provoca.
La versión que presentamos ha sido adaptada por Alfonso Santisteban y Gisela Cárdenas, quienes han mantenido las imágenes originales del texto, pero acercándolo a nuestra contemporaneidad, haciéndolo universal.
La obra se presenta de jueves a lunes en teatro del Centro Cultural de la Católica a las 8 de la noche.
Situados en un espacio contemporáneo, la directora recrea la obra de Eurípides, donde una mujer que renegó de su familia y de su patria por amor, es traicionada por su amante, a quien le reprocha haberse vendido al poder. Esto desatará su furia cometiendo el crimen más sangriento.
Es así que en una época llena de conflictos de carácter religioso, étnicos, de clase; "Medea" nos plantea el interrogante: ¿Quién es el otro? ¿A quién consideramos como otro? ¿Qué parte de nuestro ser necesita subyugar a otro, o traicionarlo, por el afán de poder; trasgrediendo así, muchas veces, su naturaleza humana.
A pesar de su longevidad, Medea es un texto que resuena en nuestras puertas. Toca, patea y araña las rejas tras las cuales intentamos guardar esa furia divina que es cálida cuando es escuchada, pero que puede destruir cuando se la provoca.
La versión que presentamos ha sido adaptada por Alfonso Santisteban y Gisela Cárdenas, quienes han mantenido las imágenes originales del texto, pero acercándolo a nuestra contemporaneidad, haciéndolo universal.
La obra se presenta de jueves a lunes en teatro del Centro Cultural de la Católica a las 8 de la noche.
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