Libro de Óscar Medrano Pérez, muestra una selección de imágenes que nos transporta a la época de violencia y terror desatada por Sendero Luminoso en el Perú entre 1980 y el 2000.
Prólogo es de Mario Vargas Llosa. ¡Nunca Más!- Never Again!, el primer libro del reconocido fotógrafo Óscar Medrano Pérez es una selección de imágenes enfocadas en la cruenta guerra desatada por Sendero Luminoso en el Perú, cuya presentación estará a cargo del Fondo del Congreso del Perú.
Como reportero gráfico de la revista Caretas, Oscar Medrano Pérez logró registrar imágenes que grafican la dura etapa de violencia en nuestro país: muerte, destrucción, secuestros y sabotajes. ¡Nunca Más!- Never Again! está editado español e inglés, ha sido prologado por nuestro Premio Nobel Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010, quien resalta el trabajo periodístico del maestro del fotoperiodismo. Asímismo, los periodistas Marco Zileri, director de Caretas, Gustavo Gorriti, director de IDL-Reporteros y el editor Roberto Bustamante Flores, enfatizan el difícil trabajo de los reporteros gráficos en situaciones de guerra interna como el que experimentó Oscar Medrano Pérez.
La cámara de Medrano Pérez registró tomas de la incursión senderista en lugares casi desconocidos y distantes como Chuschis, Lucanamarca, Huancasancos, Huaychao, Uchuraccay, Vilcashuamán, Putis, Sacsamarca, entre otros. El libro muestra fotografías en pleno conflicto armado, de las incursiones de las fuerzas de orden y sus enfrentamientos con los terroristas. Se incluyen imágenes de sobrevivientes, esposas madres e hijas que sufrieron la pérdida de sus seres queridos, niños huérfanos, los comités de autodefensa (ronderos), entre otros.
La imagen del rostro dolido de Edmundo Camana Sumari, uno de los siete sobrevivientes de la masacre de Lucanamarca en Ayacucho, (3 de abril 1983) fue captada por Oscar Medrano Pérez y se convirtió en la foto símbolo de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR),
DESEA TOMAR FOTOS DE NIÑOS ALEGRES
El maestro del fotoperiodismo lleva 53 años en los avatares periodísticos, pero tiene como ilusión, volver a los lugares y pueblos afectados por la violencia terrorista y captar imágenes ya no del dolor y consternación de la época de los años 80, sino de los rostros de los niños alegres.
Recientemente, Medrano Pérez, visitó la localidad de Huaychao zona alto-andina en Ayacucho, que hace más de 20 años se mantuvo convulsionada. Lo primero que hizo allí fue caminar alrededor y buscar los rostros de los niños y jóvenes, ahora con con otra actitud frente a la vida. “Si no amas la profesión no deber seguirla. Un fotoperiodista debe sentir, así como un guitarrista puede tocar con amor”, afirmó en un documental fotográfico producido por Madeline Townsand.
Al ser consultado sobre sus mejores fotografías Medrano Pérez es enfático: “Me siento orgulloso de todas las que yo tomo, es que siempre yo trato de hacer lo mejor en mi trabajo”.
Recuerda cómo Enrique Zileri Gibson, director de Caretas solía reunirse con los fotógrafos en la sala de redacción y les exclamaba: “sin fotos no hay textos”.
PROFESIÓN PELIGROSA
La vida profesional de este veterano fotógrafo, fue un constante peligro durante la etapa de violencia terrorista en el Perú; fue comisionado a zonas de emergencia, donde estuvo entre dos fuegos y qie casi le hacen contrase entre sus víctimas.
Su esposa Angélica Lahura de Medrano y sus hijos recuerdan varios casos difíciles que les tocó vivir en los años de violencia. En los años 90, Medrano Pérez sufrió daños emocionales y físicos en una volcadura de un ómnibus de transporte de pasajeros que lo llevaba a la ciudad de Ayacucho por la vía de los Libertadores. Oscar, para salir del vehículo destrozó una ventana, luego rescató a varios pasajeros y al mismo tiempo pidió ayuda para conducirlos al hospital más cercano. Una noche cumpliendo una asignación periodística ante un informe de un ataque terrorista al Palacio de Gobierno, en el centro de Lima, Oscar se dirigió al lugar con rapidez con su vehículo junto con otro periodista. Iba manejando por la avenida Carabaya y raudamente fue impactado por una tanqueta del Ejército. Providencialmente Medrano Pérez logró sobrevivir lo mismo que su colega.
Para su esposa Angélica, es muy difícil olvidar los años de tensión cada vez que Oscar debía de salir de viaje, los mismos sentimientos atormentaban a sus 4 hijos Oscar Jr. Henry, Herbert y Edward. Conciliar entre la vida familiar y el trabajo de un reportero gráfico no ha sido tarea fácil para él y su familia durante las duras jornadas que cumplió en la época de conflicto armado.
“Ha sido muy difícil para mí explicarles a mi esposa y mis hijos acerca de mi trabajo, de esa vorágine emocional que uno vive en las zonas de conflicto”, menciona Oscar. “Yo mismo pude haber sido otra víctima fatal en aquella fatídica misión en 1983, cuando los ocho periodistas que se dirigieron a Uchuraccay (Ayacucho) encontraron la muerte”, confiesa Medrano Pérez. “Por cambios imprevistos en la redacción de la revista, mi viaje a la zona de Ayacucho fue postergado”. Cada vez que Oscar se alista para salir de viaje se encomienda a la Virgen del Carmen, patrona espiritual de su pueblo natal, Acosvinchos. “Recuerdo que la señora Doris Gibson, fundadora de Caretas, derramó sus lágrimas pensando que yo había sido otra víctima, cuando confundieron mi apellido con otro colega fallecido en Ayacucho”.
finalizó.
FUENTE: Roberto Bustamante
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