El presidente del gremio de la banca, Óscar Rivera, teme que se liberalice la información de los clientes y estén expuestos a sufrir robos o extorsiones.
Dentro del pedido de facultades que ha solicitado el Gobierno al Congreso para legislar durante 120 días figura darle garras a la unidad de inteligencia financiera de la SBS para la lucha contra el lavado de activos y permitirle el acceso al secreto bancario y reserva tributaria de los ciudadanos. Esta propuesta ha sido cuestionada por la Asociación de Bancos del Perú (Asbanc).
Piden cautela. El presidente del gremio de la banca, Óscar Rivera, pidió que se analice con mucho cuidado esta propuesta, que requeriría un cambio constitucional, dado que ahora solo un juez puede ordenar el levantamiento del secreto bancario y tributario, pues consideró que podría facilitar a cualquiera la información financiera de los clientes.
Delincuencia. “Hay que manejarse con cierto cuidado, que no haya una liberalización total de la información propiamente, a nadie le interesa cuanto tiene uno de capital o dinero manejando en una institución. De ahí vienen todos los problemas delincuenciales vinculados con que esta información se difunda”. sostuvo.
Bancos chinos. En cuanto a la intención de flexibilizar el marco legal para facilitar el ingreso de bancos del exterior en el sistema financiero, también contemplado en el pedido de facultades, Rivera sostuvo que la única limitante es que no se pueden tener varios bancos de un mismo accionista, lo que imposibilitaba el ingreso de firmas chinas.
“Parte del problema que ha habido en un momento dado con que vengan más bancos chinos era por nuestra línea interna. En la conformación de los banco chinos el accionista es el Estado y aquí no se puede tener más bancos del mismo accionista, es un punto que se ve hace siete años desde que vino el primer banco chino”, argumentó.
Se retiraron. Sin embargo, el presidente de Asbanc afirmó que son las condiciones del mercado las que posibilitan el ingreso de grandes bancos y recordó que más bien en Perú firmas como Deutsche Bank de Alemania o el Citibank de Estados Unidos decidieron reducir sus operaciones en el país.
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