El Fondo Monetario Internacional estimó que se necesitan tres años y medio para volver al anterior nivel de producción a nivel mundial.
El Fondo Monetario
Internacional (FMI) prevé que la actual recesión será más larga e intensa que
las precedentes, mientras que la recuperación se anuncia débil, contrariamente
a cierto número de economistas que esperan una salida vigorosa de la crisis,
luego de una contracción violenta pero breve de la economía mundial.
El principal resultado del
estudio incluido en sus "Perspectivas para la economía mundial" es
que "la coincidencia de una crisis financiera y de una recesión mundial
probablemente provoque una caída de la producción de una gravedad y de una
duración inhabituales".
"Se trata de un
acontecimiento muy excepcional" que debe llamar a la prudencia en las
previsiones, subrayó uno de los autores del estudio, el economista Marco
Terrones.
En Estados Unidos, "hay
pruebas de una espiral negativa entre los precios de los activos, el crédito,
la inversión que (...) es habitual en las recesiones graves combinadas con
crisis financieras", señala el documento.
En el resto del mundo,
"las recesiones actuales también están fuertemente sincronizadas,
ensombreciendo más las perspectivas de una recuperación normal".
Los autores del documento no
aventuran una fecha para el inicio de la recuperación.
Pero según Terrones,
"en una recesión proveniente de una crisis financiera y combinada con una
crisis sincronizada mundialmente, las comparaciones históricas muestran que se
necesitan tres años y medio para volver al anterior nivel de producción".
El FMI debe publicar el 22
de abril sus previsiones detalladas para la economía mundial y los países
industrializados.
En marzo, preveía para este
año una contracción de 0,5% a 1% del Producto Interno Bruto mundial y de 3% a
3,5% del de los países desarrollados.
Pero "la recuperación
mundial no se produciría sin la recuperación de las economías
desarrolladas", estimó otro economista del Fondo, Stephan Danninger.
La institución multilateral
es todavía más alarmista sobre la situación de los países emergentes.
Según el FMI "la
reducción de los flujos de capitales hacia los países emergentes podría
prolongarse" luego de la actual crisis, "dados los problemas de
solvencia que enfrentan los bancos de los países desarrollados, que les aportan
una financiación sustancial".
El riesgo es particularmente
elevado para Europa del Este, donde los problemas de los bancos de Europa
occidental hacen pesar serios riesgos sobre las finanzas y a la economía.
"En vista de su fuerte
exposición, los países emergentes de Europa podrían ser profundamente
afectados", subraya el FMI.
El FMI realizó un
"índice de tensiones financieras en los países emergentes" que se
remonta hasta 1996.
Este alcanza su punto
culminante en el cuarto trimestre 2008, antes de descender levemente en el
primer trimestre, pasando "de un nivel de tensiones extremas a un nivel
(de tensiones) muy elevado" según Danninger.
"Tomará tiempo a los
bancos occidentales volver a los mercados emergentes al nivel en el que estaban
antes de la crisis", subrayó el jefe de economistas del Fondo, Olivier
Blanchard.
Por su parte el director
general del Fondo, Dominique Strauss-Kahn, anunció que planea concentrar la
misión de vigilancia de la institución sobre los riesgos sistémicos para la
economía y el sistema financiero mundial.
"Los dirigentes del G20
expresaron su apoyo para una vigilancia franca, equilibrada e independiente.
Nuestra estrategia será la
de concentrar nuestra vigilancia sobre los riesgos que vienen de todos lados,
integrando mejor el trabajo sobre la macroeconomía y el sector financero",
declaró Strauss-Kahn en un discurso ante el Club Nacional de
El G20, que reúne a los
países ricos y emergentes del mundo, se comprometió con ese objetivo durante la
cumbre de Londres el 2 de abril.
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