Decisión decepcionó a algunos inversores, provocando un repunte del yen y una caída de las acciones y de los bonos del Gobierno japonés.
El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, dijo que el banco central estudiará nuevas medidas para calmar los mercados si los costos de endeudamiento alcanzan nuevos máximos en el futuro, pero la entidad se abstuvo el martes de tomar nuevas medidas argumentando que los mercados de bonos lucen estables.
La decisión decepcionó a algunos inversores, provocando un repunte del yen y una caída de las acciones y de los bonos del Gobierno japonés.
El aumento de los rendimientos de los bonos ha hecho subir las tasas hipotecarias, incrementando las preocupaciones de que una nueva alza podría elevar otros costos de endeudamiento.
"Nos mantenemos atentos a los movimientos de las tasas de interés a largo plazo. Es indeseable que aumenten por la volatilidad, por lo que vamos a hacer esfuerzos para reducirlas", dijo Kuroda en una conferencia de prensa.
El Banco de Japón mantuvo sin cambios su política monetaria, tal como se esperaba, conservando un compromiso realizado el 4 de abril de ampliar la oferta de dinero a un ritmo anual desde 60 billones de yenes (605.000 millones de dólares) a 70 billones de yenes en un intento por dejar atrás años de deflación.
El Banco de Japón elevó también su evaluación oficial de la economía, otra de las razones que podrían explicar la falta de medidas. Datos divulgados el lunes mostraron que el crecimiento económico fue más rápido de lo que se pensaba, que el superávit de cuenta corriente ha crecido rápidamente y que los préstamos han aumentado.
"La economía de Japón se está recuperando", dijo el banco central en un comunicado más optimista que uno dado a conocer el mes pasado, cuando dijo que el crecimiento estaba empezando a repuntar.
También revisó al alza su estimación de las exportaciones y la producción para decir que éstas áreas están repuntando gracias a una recuperación gradual del crecimiento mundial y los beneficios de un yen débil.
El dólar cayó a un mínimo de 96,48 yenes, un descenso diario de más de un 2 ciento, después del anuncio del BJ.
El promedio de acciones Nikkei caía un 1,5 por ciento y los rendimientos de los bonos a 10 años subían 3,5 puntos básicos, un 0,870 por ciento.
Algunos funcionarios del banco central habían estado considerando la idea de ampliar la duración máxima de los préstamos a tasa fija de la entidad a través de operaciones de mercado más allá del período actual de un año.
Tal medida hubiera facilitado las cosas a los bancos, que se encuentran en problemas por el incremento de los rendimientos de los bonos japoneses que se produjo el mes pasado.
"La decisión de hoy (martes) puede reflejar la postura de Kuroda de no tomar medidas concretas en respuesta a los movimientos diarios del mercado", dijo Hideo Kumano, economista jefe de Dai-ichi Life Research Institute en Tokio.
ALBOROTO DEL MERCADO
Antes de los recientes contratiempos del mercado, la euforia por la campaña del primer ministro Shinzo Abe para reactivar la economía había impulsado las acciones japonesas en más del 70 por ciento desde mediados de noviembre.
El yen tuvo una breve caída a un mínimo de cuatro años y medio contra el dólar de 103,74 yenes, elevando las perspectivas de beneficios para los exportadores.
El Banco de Japón sorprendió a los mercados financieros el 4 de abril al poner en marcha un fuerte programa de estímulo monetario, prometiendo duplicar sus activos en renta fija en dos años y aumentar las compras de activos de riesgo.
Uno de los objetivos de la compra de bonos del Gobierno por parte del banco central es reducir las tasas de interés a largo plazo, que podrían actuar como una palanca para reactivar el consumo.
Sin embargo, el incremento en las compras sacudió a los mercados y provocó una oleada de ventas. El rendimiento de los bonos a 10 años subió a un máximo de un año de un 1,000 por ciento el 23 de mayo, lo que junto al nerviosismo por la desaceleración del crecimiento de China afectó el mercado mundial de acciones, incluyendo los papeles japoneses.
REUTERS
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