El Gobierno de EE.UU. ha recibido más de 2.600 quejas desde 2000, incluyendo 39 muertes, por los problemas detectados en Toyota.
Toyoda y el secretario de Transporte de EE.UU., Ray LaHood, testificarán hoy ante el Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara Baja, que examina los problemas que generaron la llamada a revisión de 8,5 millones de vehículos en todo el mundo.
"Queremos saber quién sabía qué y cuándo y cómo ha respondido Toyota a estos problemas de aceleración. Queremos transparencia", dijo a los periodistas el legislador Darrell Issa, el republicano de mayor rango en el Comité, momentos antes del comienzo de la audiencia.
Agregó que la comparecencia de Toyoda, nieto del fundador de la empresa, ayudará a esclarecer la respuesta de la compañía a los problemas en los vehículos, si bien "probablemente no tenga información sobre detalles técnicos".
Sin embargo, Issa elogió la colaboración de Toyota con las autoridades y recalcó: "no siempre necesitamos al ejecutivo en persona, pero siempre necesitamos todos los documentos y materiales relevantes, y la empresa ha estado cooperando".
Al inicio de la audiencia, el presidente del Comité, el demócrata Edolphus Towns, dijo que Toyota le debe respuestas al público, tomando en cuenta los accidentes ocurridos por culpa de los defectos de aceleración súbita.
El Gobierno de EE.UU. ha recibido más de 2.600 quejas desde 2000, incluyendo 39 muertes, entre ellas la de la familia Saylor en California, en agosto de 2009.
El Congreso quiere saber el papel que jugaron los reguladores federales cuando salieron a la luz los problemas.
"Ahora sabemos que las terribles muertes en esta familia no fueron por un accidente de mala suerte. Resulta que gente de todo el país se había estado quejando de la aceleración súbita en los vehículos Toyota durante años", dijo Towns.
Según Towns, Toyota "ignoró o minimizó" las quejas y ha variado sus explicaciones sobre el origen del problema, alegando primero que se debió a la mala instalación de las alfombrillas en el lado del conductor y, ahora, al desgaste de aceleradores que se atascan.
"Aunque sigo escéptico de que estas sean las únicas causas, la forma en que estas quejas fueron manejadas indica problemas" tanto con Toyota como con la Administración Nacional para la Seguridad en las Carreteras (NHTSA, por su sigla en inglés), dijo Towns.
"NHTSA le falló a los contribuyentes y Toyota le falló a sus clientes", se quejó el titular del Comité, al señalar que si los modelos Camry y Prius fueran aviones, no se les permitiría volar.
Durante la audiencia, tanto demócratas como republicanos tomaron turnos para exigir respuestas sobre la seguridad de los vehículos de Toyota y las medidas correctivas que ha puesto en marcha.
La audiencia, la segunda en dos días, se lleva a cabo bajo fuertes medidas de seguridad en un salón repleto de periodistas nacionales y japoneses, representantes de Toyota, y funcionarios del Gobierno de EE.UU.
La audiencia ha generado muchas expectativas, tanto que el Congreso tuvo que disponer de otro salón para quienes no pudieron entrar a la sala principal. EFE
Comparte esta noticia