Roque Benavides de Buenaventura y Oscar Gonzáles Rocha de Southerm coinciden en que un impuesto a las sobreganancias se debe aplicar sobre las utilidades y no sobre las ventas, tal como sucede en Chile.
Los empresarios mineros ya han empezado a mostrar cierta flexibilidad a que se aplique un impuesto a las sobreganancias mineras. Por lo menos así lo dejó entrever el presidente de Buenaventura, Roque Benavides, quién recomendó implementar este impuesto sin afectar la competitividad del país.
“Yo entiendo que la Sociedad Nacional de Minería ya tiene un estudio realizado y coincide con lo que ha mencionado el señor Luis Alberto Arias (miembro de Gana Perú) de que en todo caso sería un impuesto sobre las utilidades y no sobre las ventas, que es muy importante para no desvalorizar algunos recursos minerales que pudieran ser algo marginales”, comentó.
Oscar Gonzáles Rocha, presidente de Southerm coincidió con Benavides y destacó que por ejemplo en Chile, la nueva administración basó este impuesto sobre las utilidades.
“Creemos que se debe implementar algo que ya ha sido establecido en otros países y que tenga que ver con las utilidades de las empresa para que si los precios bajan, como se ha mencionado, también las empresas puedan seguir subsistiendo y la aportación sea de acuerdo a las ganancias”, expresó.
Sin embargo, ambos empresario advirtieron que gravar con más impuestos a las mineras, “definitivamente” representará un impacto a la competitividad del sector. Y es que según Benavides, la carga tributaria para las mineras peruanas es en promedio de 46%, mientras que en Chile es 42%.
“Se ha hecho un estudio donde se compara al Perú con otros países del mundo, como Chile Canadá o Australia y donde se demuestra como en el Perú se paga más que en otros países mineros, entonces lo que tenemos que hacer es tener un equilibrio al monto a pagar de impuestos y mantener la competitividad”, recomendó.
Benavides y Gonzáles Rocha participaron en la presentación de la trigésima convención minera PERÚMIN que se desarrollará entre el 12 y el 16 de setiembre en Arequipa y la cual recibirá 900 empresarios de todo el mundo, es decir 25% más que en la última convención del 2009. Lejos de lo que se podría pensar, el Perú sigue causando gran expectativa entre los mineros del mundo.
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