Desde hace cuatro años, no se hacen nuevas conversiones y la venta de autos nuevos con cilindro de gas natural han caído. Parte de los choferes se encuentran defraudados.
La promesa de Camisea se desvanece en el mercado vehicular. Aunque este y los últimos gobiernos han declarado que la masificación del gas natural es una prioridad, las leyes ponen en desventaja su uso frente al gas licuado o GNV.
Desde hace cuatro años, no se hacen nuevas conversiones y la venta de autos nuevos con cilindro de gas natural han caído.
Según información de Corporación Financiera de Desarrollo (Cofide), entidad que administra el sistema de carga de GNV a nivel nacional, en el 2008 se convirtieron 32.020 vehículos para que utilicen gas natural y en el 2012 la cifra fue de 19.808.
En cuanto a la adquisición de autos nuevo a GNV, en los últimos tres años la venta ha pasado de 8.404 a 5.760.
Fiscalización
Las resoluciones 3990-2005-MTC y 14540-2007-MTC emitidas por el Ministerio de Transporte y Comunicaciones (MTC) estipulan que los balones de GLP y GNV instalados en los autos deben certificarse cada año.
No obstante la fiscalización para los autos GLP son casi nulas. En cambio, si el balón de GNV no ha sido certificado, el chip pegado en el auto bloquea la carga de combustible.
Así, los que apostaron por el gas natural deben gastar entre S/. 60 y S/. 120 para la certificación anual, mientras los usuarios de gas licuado no gastan nada.
Además, cada cinco años los cilindros de gas natural deben pasar una prueba de resistencia a explosiones que no se aplica para los del GLP.
Vale indicar que el precio de fabricar un balón de gas de petróleo bordea los US$ 40, mientras que el de gas natural no baja de los US$ 400.
“El GNV es un producto que desde el primer día que se vendió un metro cúbico se encontró perfectamente regulado, eso significa que toda la cantidad de vehículos que tienen sistema a GNV; en cuanto al GLP, eso es una incógnita.
Al respecto el ministerio de Energía y Minas (Minem) explicó que el gas natural, al estar comprimido, es más explosivo y por ello su control debe ser mayor.
“El universo del control de GLP es más grande, son seis millones de balones y el universo el GNV no llega a unos 200 mil vehículos (…) yo creo que la solución no es relajar el GNV sino en equiparar estos controles en el GLP”, afirmó el viceministro de Energía, Edwin Quintanilla.
El alto funcionario reveló que antes de fin año el gobierno emitirá una norma para elevar el control de los balones de GLP, tanto vehiculares como domésticos.
Talleres
Las desventajas del gas natural no solo han afectado a choferes, sino también a los talleres de conversión, cuya demanda ha caído a la mitad desde el 2008. Esto los ha obligado a buscar otros mercados, como el de las conversiones a GLP.
“El nivel de las conversiones ha bajado. Recordemos que en el 2008 en todos los talleres de Lima se convertían 3.800 conversiones al mes y hoy en día el nivel llega a las 2 mil conversiones”, puntualizó Luis Ramos, gerente general del taller d conversiones NGV Motori.
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