Protestas sociales contra proyecto minero impedirían inversiones por casi US$1.600 millones en un yacimiento de cobre que tendría un tiempo de vida de 20 años.
Otro proyecto minero enfrenta una convulsión social. Al igual que conga, el proyecto Cañariaco en Lambayeque tiene a la población en contra del inicio de sus operaciones.
Este proyecto se ubica en el distrito de Kañaris, provincia de Ferreñafe en la región Lambayeque y tendrá una inversión de casi US$1.600 millones durante los 20 años de de vida de la mina.
Esta es una inversión mediana en el sector minero, ya que la más grande que se encuentra en la cartera de proyectos es Las Bambas con US$5.200 millones.
La explotación de Cañariaco permitiría extraer 119 mil toneladas métricas anuales de cobre, que ayudaría a una mayor producción de este mineral junto con proyectos como Las Bambas, Antapaccay, Quellaveco o Toromocho cuya producción estará entre 160 mil y 350 mil toneladas métricas por año.
Según la empresa canadiense Candente Cooper, dueña de la operación, el Estado peruano recibiría US$2.800 millones por impuestos y regalías mientras dure la explotación de los cuales US$1.000 millones sería para la región Lambayeque y la mayor parte destinada al distrito de Kañaris.
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