Tickets de conciertos en Perú son más caros que en Argentina

Hace tres años, el empresario musical Jorge Fernández trajo a Lima a Joaquín Sabina y a Joan Manuel Serrat. El concierto de la dupla española llevó a 10 mil fanáticos.

“Ese mismo espectáculo llenó cuatro estadios de Boca Juniors en Argentina. Allí fueron 180 mil personas”, recuerda el empresario.

Los números y la contundente asimetría entre ambos países reflejan las diferencias que existen en el mercado de megaconciertos en la región.

“No tenemos la cantidad de público que tiene Chile, Argentina o Brasil. Hemos avanzado, pero no a los niveles de esas plazas”,  sostuvo al diario Gestión, el gerente general de Sinergia Creativa.

Las diferencias no acaban: Serrat y Sabina vendrán a Lima en diciembre, otra vez para cantar ante 10 mil personas, pero en Buenos Aires, en marzo de este año, hicieron 28 fechas en el mítico Luna Park y otros ocho shows en el interior.

Las diferencias no solo están en el plano del público, sino también en las entradas. La gira del ex líder de Pink Floyd, Roger Waters, llevó no solo 500 mil personas a sus nueve shows en Argentina, sino que vendió las entradas con seis meses de anticipación.

En el Perú, incluso para el recital de Paul McCartney, se vendieron –recuerda Fernández– hasta el último día. Pese a que en las primeras 48 horas se vendieron 23 mil entradas, pero “hubiera sido imposible hacer dos presentaciones”.

Aquí hay un punto crucial: el precio de las entradas. “En Perú las entradas son más caras que en Argentina o en Chile”, acota Fernández.

Indicó que a diferencia de ambos países, en el Perú hay pocos escenarios, los cuales son caros y eso impacta en el precio de las entradas.

Pero, además, señaló que en Argentina los espectáculos no pagan el impuesto general a las ventas.

Fernández, quien está a cargo de toda la parte legal y laboral del concierto de Lady Gaga en la capital, reconoció avances en el mercado peruano; sin embargo, dijo que en Chile hay un público objetivo de 300 mil personas dispuestas a ir a conciertos, en Argentina un millón, mientras que en el Perú solo entre 100 mil y 150 mil personas asisten a los conciertos.

“Hay una caída en el públicos que va a los conciertos. La gente hasta hace tres años y por curiosidad iba y todo el mundo se tiró a ver todos los espectáculos, pero desde hace un año la gente elige. Ya no se pueden repetir artistas, porque la gente ya los vio”, precisa.

Mercado negro

Jorge Fernández negó que exista un mercado negro de entradas. Indicó que así como los tickets oficiales pagan impuestos también lo hacen los de cortesía.

“La mayor parte de las cortesías se utiliza para hacer canjes, con medios de comunicación, Sunat exige desde hace dos años que estos canjes estén fijados mediante contratos, que dan los medios a cambios de las entradas”, precisó.

Indicó que las empresas de espectáculos tienen además que hacer un intercambio de facturas, ellos por sus spots y nosotros por las entradas otorgadas.

Fernández agregó que es muy difícil que alguien pretenda mentirle a la Sunat, que hace controles en cada taquilla e incluso un conteo físico de las entradas, incluyendo las de cortesías. Y cuando no cuenta la Sunat cuenta Apdayc, indicó.

No obstante, sostuvo que existe una evasión en los conciertos populares que se hacen en toda la carretera central con 10, 15, 20 mil personas.