Comisión Europea insiste en que hay que separar la disputa bilateral por el precio del combustible y la interrupción del suministro de gas hacia el Viejo Continente.
El comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, y el ministro checo de Industria, Martin Riman, han exigido hoy a las autoridades rusas y ucranianas la restauración inmediata y plena del suministro de gas hacia Europa, ya que de lo contrario su credibilidad quedará "dañada de forma irrevocable".
Ambos mandatarios han hecho esta advertencia en una misiva enviada a los ministros de Energía de Rusia, Serguéi Shmatkó, y Ucrania, Yuri Prodan.
Moscú y Kiev tienen "una última oportunidad", recalcó en una rueda de prensa el portavoz comunitario de Energía, Ferrán Tarradellas, quien recordó la llamada a los Estados miembros del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, de buscar alternativas de suministro.
La Comisión Europea confirmó que todas las dificultades que encontraron ayer los observadores internacionales han sido resueltas por completo y que ya gozan de pleno acceso a los centros de suministro rusos y ucranianos.
Los expertos han constatado que el volumen que entró ayer en el gasoducto que transporta el gas de Rusia a través de territorio ucraniano era inferior al que normalmente envía hacia Europa (alrededor de 300 millones de metros cúbicos de gas) y que ambas partes alegan dificultades técnicas para su transporte.
Rusia ha anunciado que hoy dejará pasar 98,9 millones de metros cúbicos de gas a través del paso de Sudzha e informó de que el combustible debería salir por Orlovka (alrededor de 76 millones de metros cúbicos) y Uzhgorod (en torno a 22 millones).
Según Kiev, este trazado margina a cuatro regiones ucranianas, por lo que pide que los puntos de entrada sean Valuyki y Pisarevka, en lugar de Sudzha.
Bruselas ha confirmado que los observadores están ya trabajando sobre el terreno para asegurar que el flujo de gas se restaurará lo antes posible y restó valor a los problemas técnicos aducidos por ambas partes.
Asimismo, la CE insistió en que hay que separar la disputa bilateral por el precio del combustible y la interrupción del suministro de gas hacia Europa.
Aunque el conflicto comercial es la base de la crisis, la UE asegura que su resolución no es la prioridad europea sino que los ciudadanos vuelvan a tener calefacción y las industrias puedan funcionar normalmente. EFE
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