La Unión Europea ha planteado un conjunto de estrategias contra la evasión fiscal de las grandes empresas.
La Unión Europea (UE) pierde entre 50.000 y 70.000 millones de euros anuales debido a la evasión fiscal por parte de las multinacionales, estimó el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici.
Para evitar aquello, la Comisión Europea planteó que los Estados miembros puedan gravar los beneficios que las multinacionales producen en su territorio, pero derivan a filiales en paraísos fiscales o con impuestos de sociedades muy bajos, dentro de unas medidas que refuerzan la lucha contra la evasión fiscal.
De acuerdo con la propuesta, quedarían prohibidas seis prácticas tributarias asociadas a la ingeniería fiscal agresiva, como transferir beneficios a filiales de países donde se pagan menos impuestos.
Asimismo, la UE busca bloquear los métodos más comunes utilizados por las grandes empresas para evitar el pago de impuestos, recomendar a los Estados miembros sobre cómo prevenir un abuso impositivo, compartir información relacionada con los tributos sobre las multinacionales que operan en la UE y hacer un listado de países que rechacen "jugar limpio".
También la iniciativa pretende evitar que ciertos ingresos (dividendos o ganancias de capital) llegados a la UE desde un tercer estado disfruten de una exención tributaria si no han sido previamente gravados en las naciones de origen.
Para desincentivar estas prácticas, el ente comunitario propone aplicar un impuesto a estos activos cuando salgan del territorio europeo.
La propuesta de Bruselas se presenta una semana después de que la ONG británica Oxfam publicara un informe en el que denunciaba que entre 2000 y 2014 la inversión en paraísos fiscales a nivel mundial se multiplicó por cuatro y que tan solo 62 personas poseen la misma cantidad de riqueza que la mitad más pobre del mundo.
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