La informática ofrece soluciones que permiten tomar decisiones con mejor información y optimizar los procesos. Sus aplicaciones alcanzan todos los ámbitos de una empresa.
El desarrollo de sistemas informáticos cada vez más potentes ha dado lugar a lo que se conoce comúnmente como ‘big data’. El nombre, sin embargo, encierra una verdad a medias.
Normalmente, se entiende que el poder de esta herramienta reside en su capacidad de procesar volúmenes descomunales de información, pero en realidad gran parte de su ‘magia’ está en la capacidad que ofrecen ahora estos sistemas de procesar tanto información ‘estructurada’ (a grandes rasgos, la que puede organizarse en filas y columnas de una hoja de cálculo tradicional) como ‘no estructurada’. Esta última, que es la información que se puede encontrar por ejemplo en los textos, fotos y videos que los usuarios cuelgan en la web, representa entre 80% y 95% de toda la data que se produce en el mundo, según un documento preparado por la empresa española Lantares.
Suele creerse, también, que el big data es algo que solamente las grandes empresas pueden aprovechar, y tampoco es cierto. Un estudio de la consultora Gartner asegura que el 85% de las empresas de la lista Fortune 500 serán incapaces de aprovechar esta herramienta para obtener ventajas competitivas.
Los límites para la aplicación del big data los pone la imaginación del ser humano. En medicina, por ejemplo, el procesamiento de millones de historiales médicos y otra información de relevancia clínica está permitiendo grandes avances en el tratamiento del cáncer. Al mismo tiempo, el procesamiento de big data es el que permite a empresas como Netflix o Amazon anticiparse a las preferencias del público y ofrecerle siempre el producto que necesita.
El big data es importante para las empresas, entre otras cosas, porque permite obtener un conocimiento profundo de sus clientes y anticiparse a sus necesidades. La web puromarketing.com rescata un ejemplo paradigmático: gracias al empleo de big data, la cadena de supermercados Walmart pudo predecir los nefastos efectos del huracán Katrina mejor que el gobierno de Estados Unidos. Eso le permitió preparar sus inventarios con los productos precisos para cubrir las necesidades de los afectados.
Conocer a fondo a los consumidores (tanto los actuales como los potenciales) permite diseñar estrategias de marketing mucho más precisas y efectivas. A partir de la información recolectada, procesada y analizada, se puede determinar qué oferta es la mejor para el consumidor, qué otros productos se les puede ofrecer y cuál es el mejor camino para fidelizarlo. En marketing, el big data y la analítica relacionada con él ya no es el futuro. Es el presente.
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