Hay una serie de medidas que el emprendedor debe tener en cuenta siempre para mantener la rentabilidad de su negocio en los niveles esperados.
Generar rentabilidad de manera sostenida es el fin último de cualquier emprendimiento. Sin embargo, lo que considera “rentable” depende de múltiples factores: las particularidades del rubro del negocio y las expectativas del emprendedor, por ejemplo. Algunos empresarios pueden considerarse bien servidos con rentabilidades relativamente pequeñas, mientras que otros solamente considerarán que su esfuerzo valdrá la pena si obtienen enormes retornos.
Un concepto útil en este punto es la rentabilidad ajustada por riesgo, que se suele usar mucho en finanzas. Como es bien sabido, mientras mayor sea el riesgo que toma un inversor, mayor debe ser su expectativa de rentabilidad. Imaginemos, por ejemplo, que una inversión considerada “segura” –por ejemplo, un depósito a plazo fijo en una entidad financiera considerada muy sólida, o un bono con muy buena calificación– ofrece una rentabilidad anual de 5%. ¿Vale la pena entonces poner ese capital en un emprendimiento que promete una rentabilidad similar, pero en el que el riesgo de perder lo invertido es significativamente mayor? En principio, no. Para que la inversión valga la pena, la expectativa de retorno debe ser más grande.
Con esto en mente, el emprendedor debe tener siempre presentes los números de su empresa, para poder hacer los ajustes necesarios para mantener la rentabilidad dentro los niveles deseados.
¿Qué ajustes se pueden hacer? La web emprendepymes.es menciona algunas medidas:
1. Evalúa constantemente tus productos, costos y clientes. Tienes que estar siempre abierto a la posibilidad de reformular tu oferta, con la finalidad de atender mejor a tus clientes, a un menor costo y sin resignar calidad.
2. Controla los gastos. Revisa cada rubro y no desperdicies ninguna oportunidad de hacer ajustes. Incluso un ahorro en las cuentas de luz y teléfono impactará favorablemente y de manera sostenida en la rentabilidad.
3. Controlar el tamaño de tus inventarios y concentrar tus compras en un número reducido de proveedores (para negociar con ellos mejores precios) son de medidas que repercutirán positivamente en la rentabilidad de tu negocio.
4. Evalúa la posibilidad de externalizar tu oficina o compartirla con otras empresas. Opciones como los centros empresariales o los centros de coworking pueden ayudarte a reducir costos.
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