La famosa actriz estadounidense presentó un documental sobre sus ochenta años de vida con imágenes de archivo y de sus películas, entrevistas a exparejas, familiares, compañeros y a la propia intérprete.
La legendaria actriz Jane Fonda presentó ante el Festival de Cannes con un documental que recorre sus ochenta años de vida. "Jane Fonda in Five Acts", dirigido por Susan Lacy y proyectado en la sección de Clásicos del certamen, tenía ya ganado a la audiencia de antemano, que ovacionó la presencia de la intérprete en el estreno.
"Fue muy divertido hacerlo. Toca muchos temas universales, que espero que os emocionen e inspiren", dijo Fonda.
Los aplausos recogidos al final cumplieron su pronóstico dando el visto bueno a una cinta que, en cinco actos, repasa una vida poliédrica con imágenes de archivo y de sus películas, entrevistas a exparejas, familiares, compañeros como Robert Redford y a la propia intérprete.
Fonda admite su necesidad de gustar antes de darse cuenta de que "intentar ser perfecta es un viaje peligroso".
La oscarizada actriz por "Klute" (1971) y "Coming Home" (1978) le habla directamente a la cámara y hace prueba de un sano sentido del humor, en el que se ríe de sí misma, confiesa que ninguna de sus relaciones fue igualitaria, lamenta no haber estado más presente con su primera hija o ve como un error haber recurrido a la cirugía.
"Detesto la idea de haber tenido que retocarme para sentirme bien. Me gustaría ser más valiente, pero soy lo que soy", reconoce en esta suerte de psicoanálisis cinematográfico, que centra el primer capítulo en su relación con su padre, para enfocarse en los tres siguientes en sus sucesivos maridos y en el último, finalmente, en ella.
Fonda, que pasó de estrella de Hollywood a estrella de todo tipo de causas, y que financió con sus exitosos cursos de aerobic algunas de esas campañas, demostró hoy en Cannes, en un momento en que sigue triunfando en televisión, que ahora que entra en su último acto todavía tiene una voz.
"Vengamos de donde vengamos, estamos viviendo una crisis terrible. Tenemos que estar unidos y creer que la democracia es posible", concluyó la intérprete, que dice haberse perdonado como madre y como hija en este ejercicio de introspección. EFE
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