´Cuando actúo en inglés siento que bailo con las palabras´, confesó el español, luego de protagonizar la cinta estadounidense ´Eat, pray, love´ al lado de Julia Roberts.
A pocos días del estreno en el extranjero de su película "Eat, pray, love", que protagoniza junto a la estadounidense Julia Roberts, Javier Bardem asegura que cuando actúa en inglés no se encuentra "del todo cómodo" y siente que baila con las palabras.
"Para mí, actuar en inglés es un poco como bailar con las palabras y no me siento nunca del todo cómodo", confiesa el ganador de un Óscar por "No country for old men", en una entrevista que publica hoy el semanario "Il venerdì", del diario italiano "La Repubblica".
Al hacer balance de sus diez años de andadura hollywoodiense, desde que obtuvo su primera nominación al Óscar por "Before night falls", de Julian Schnabel, Bardem puntualiza que en relación al cine europeo Hollywood tiene "una implicación distinta", pero que "el trabajo de un actor es el mismo en cualquier lugar".
"Las angustias, la ansiedad y las dudas siempre son las mismas", subraya. En "Eat, pray, love", Bardem (Las Palmas de Gran Ganaria, España, 1969) encarna a un brasileño divorciado, Felipe, y protagoniza una historia de amor junto a una Julia Roberts que, después de pasar por Italia e India, viaja a Bali y encuentra en él el último ingrediente de su viaje interior.
"Vemos a una mujer y a un hombre liberarse del peso del pasado y al mismo tiempo encontrar la paz interior. Pero para conseguir cerrar las cuentas consigo mismos tienen que encontrar a otra persona en la misma situación, con el mismo deseo de cambio. Sólo así pueden construir una nueva vida", explica el actor.
Preguntado por si alguna vez ha vivido una crisis como la de su personaje, Bardem afirma que no, pero que "siempre puede producirse un derrumbe si no eres consciente de la necesidad de perdonarte los errores que la vida te ha llevado inevitablemente a cometer".
"Cada edad de la vida trae consigo sus problemas. No he vivido nunca una crisis de ese tipo, pero, como todos, corro el riesgo", añade.
El español asegura que después de rodar "Biutiful", el drama dirigido por Alejandro González Iñárritu que le valió el premio al Mejor actor en el Festival de Cannes, "necesitaba cierta ligereza".
"Me gustó la idea de interpretar a un hombre distinto: un brasileño que resultara más blando de lo que son, en general, los españoles. Siempre muy tensos", argumenta.
El trabajo en "Eat, pray, love" le pareció además "muy divertido", puesto que tiene una especial atracción por Brasil, adonde a los veinte años hizo un viaje solitario del que volvió "muy asustado" porque en aquella época, sin internet ni móviles, "no era fácil encontrarse a miles de kilómetros de casa".
Si en la película su personaje descubre la espiritualidad, en cuanto a sus propias creencias, Bardem deja claro hacia dónde apuntan: "Alguien me preguntó si creo en Dios. Yo respondí que creo en Al Pacino. Él es mi religión".
EFE
"Para mí, actuar en inglés es un poco como bailar con las palabras y no me siento nunca del todo cómodo", confiesa el ganador de un Óscar por "No country for old men", en una entrevista que publica hoy el semanario "Il venerdì", del diario italiano "La Repubblica".
Al hacer balance de sus diez años de andadura hollywoodiense, desde que obtuvo su primera nominación al Óscar por "Before night falls", de Julian Schnabel, Bardem puntualiza que en relación al cine europeo Hollywood tiene "una implicación distinta", pero que "el trabajo de un actor es el mismo en cualquier lugar".
"Las angustias, la ansiedad y las dudas siempre son las mismas", subraya. En "Eat, pray, love", Bardem (Las Palmas de Gran Ganaria, España, 1969) encarna a un brasileño divorciado, Felipe, y protagoniza una historia de amor junto a una Julia Roberts que, después de pasar por Italia e India, viaja a Bali y encuentra en él el último ingrediente de su viaje interior.
"Vemos a una mujer y a un hombre liberarse del peso del pasado y al mismo tiempo encontrar la paz interior. Pero para conseguir cerrar las cuentas consigo mismos tienen que encontrar a otra persona en la misma situación, con el mismo deseo de cambio. Sólo así pueden construir una nueva vida", explica el actor.
Preguntado por si alguna vez ha vivido una crisis como la de su personaje, Bardem afirma que no, pero que "siempre puede producirse un derrumbe si no eres consciente de la necesidad de perdonarte los errores que la vida te ha llevado inevitablemente a cometer".
"Cada edad de la vida trae consigo sus problemas. No he vivido nunca una crisis de ese tipo, pero, como todos, corro el riesgo", añade.
El español asegura que después de rodar "Biutiful", el drama dirigido por Alejandro González Iñárritu que le valió el premio al Mejor actor en el Festival de Cannes, "necesitaba cierta ligereza".
"Me gustó la idea de interpretar a un hombre distinto: un brasileño que resultara más blando de lo que son, en general, los españoles. Siempre muy tensos", argumenta.
El trabajo en "Eat, pray, love" le pareció además "muy divertido", puesto que tiene una especial atracción por Brasil, adonde a los veinte años hizo un viaje solitario del que volvió "muy asustado" porque en aquella época, sin internet ni móviles, "no era fácil encontrarse a miles de kilómetros de casa".
Si en la película su personaje descubre la espiritualidad, en cuanto a sus propias creencias, Bardem deja claro hacia dónde apuntan: "Alguien me preguntó si creo en Dios. Yo respondí que creo en Al Pacino. Él es mi religión".
EFE
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