El cantante venezolano se recupera de la cirugía de trasplante fue directo al hablar sobre el testamento que resolvió antes de ser operado para evitar cualquier inconveniente posterior.
Después de la riesgosa operación quirúrgica a la que sometió, José Luis 'El Puma' Rodríguez fue claro al decir que ya tenía preparado su testamento para evitar cualquier problema con sus herederos.
"Yo estoy tranquilo en ese sentido, todo tiene que surgir, fluidamente, y ya llegará ese momento, solo lo sabe Dios, pero estoy tranquilo porque cuando una persona famosa va empiezan a inventarle cosas, pero en mi consciencia y en mi vida está tranquila. Yo he sido un libro abierto", mencionó resaltando que no se "aparecería hijos no reconocidos" o dinero extraviado como lo ocurrido por José José, a quien consideró "un buen tipo".
En entrevista con "Ventaneando", el cantante venezolano habló también sobre su nueva vida tras el trasplante que lo llevó a tener una nueva visión de la vida.
"Aprovecho mejor mi tiempo y me esfuerzo por ser una mejor persona. Es duro pasar por eso pero le doy gracias a Dios por la lección que me dio. Esto es una lección de vida para mí, para no llevar la vida tan aprisa, para ser mejor persona, para hacer cosas diferentes, soy una misma persona con dos pulmones prestados, pero pienso diferente y tengo una hipersensibilidad que no tenía antes, me he puesto muy llorón, lloro por cosas que antes no lloraba, que me mueven el alma", mencionó.
"SOY UN MILAGRO"
Con un aspecto envidiable, burlón, cercano, pero sobre todo agradecido, José Luis Rodríguez 'El Puma', asegura ser un "milagro" andante, antes de enfrentar un escenario de altura como Quito y tras superar un doble trasplante pulmonar.
"Para la gente que no cree en los milagros, les digo: Yo soy un milagro", comenta el artista venezolano en una entrevista con EFE, en la víspera de su presentación en la capital de Ecuador a la que seguirán sendos conciertos en Guayaquil y Cuenca.
Pese a la jovialidad que manifiesta con 76 años y tras haber recobrado la vida, reconoce que aunque tenga "los pulmones prestados" siempre le "pega la altura" de los 2.800 metros de Quito.
Aquejado durante años de una fibrosis quística ideopática, dolencia que no tiene cura, en diciembre de 2017 pasó por el quirófano en el hospital Jackson Memorial de Miami después de recibir la mejor noticia, que tenía donante y que tras esperar en el número 25 de la lista había llegado el momento.
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