´Bayly mantiene una entrevista sin la necesidad de subir el tono, de no dejar hablar, y mucho menos sin el particular interés de ridiculizar´, según ´El Nuevo Herald´.
El escritor peruano, Jaime Bayly, ha sido, en muchas ocasiones, duramente criticado por el diario "El Nuevo Herald", (cuando, por ejemplo, se adujo que el popular "tío terrible" pecaba de "racista e intolerante" o cuando se criticó algún comportamiento que tuvo con los dueños de la televisora Mega TV); pero, en su edición de hoy, el diario de Miami optó por enaltecer y celebrar las cualidades periodísticas que tiene Bayly, en comparación a las de otras personalidades de su canal.
Y es que, en un artículo titulado "Por un periodismo sin atropellos", en el que el hombre de prensa de "El Nuevo Herald", Mauricio Bayona, hizo un recuento sobre las cualidades que debe tener, con un invitado, un buen periodista; se señaló a Jaime Bayly como un entrevistador que tiene "un particular e inteligente humor que, unido a un ritmo dulce e incisivo, suele ser muy efectivo a la hora de poner a hablar a sus invitados, aún sobre delicados temas".
Asimismo, el periodista Bayona no se limitó a solo enaltecer las cualidades del peruano, sino que también le recomendó a sus colegas María Elvira Salazar (de Mega TV) y Félix De Bedut (de la radio colombiana "Caracol"), que "deberían imitar, en muchos sentidos, a Bayly; ese monstruo del periodismo tanto escrito como televisivo".
"Jaime Bayly mantiene una entrevista sin la necesidad de subir el tono, de no dejar hablar, y mucho menos sin el particular interés de ridiculizar, como les sucede en algunas ocasiones a Salazar y a De Bedut", se lee en la publicación estadounidense.
De esta manera, Mauricio Bayona asegura que, con las técnicas periodísticas que utiliza Bayly, se pueden obtener mejores entrevistas y más sustanciales declaraciones, de parte de los invitados.
Lo que para muchos resultaría algo contradictorio cuando, en las últimas semanas, el popular "tío terrible" ha sido señalado, debido a las entrevistas que realiza en "El Francotirador", como un conductor "subido de tono y que le falta el respeto a sus invitados", como escribió un diario local.
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