El creador de personajes como el Hulk, Iron Man, Spider-Man, Los 4 Fantásticos y Los Vengadores, falleció la mañana del 12 de noviembre. El abogado de la familia confirmó la noticia a medios estadounidenses.
Stan Lee, fundador de Marvel y creador de sus personajes más famosos, falleció a los 95 años, según informó el portal TMZ. Él fue trasladado de emergencia la mañana del 12 de noviembre al Centro Médico Cedars-Sinai, donde perdió la vida.
Según informa el medio en cuestión, la noticia fue confirmada por su hija J.C. Lee. Él venía enfrentando diversos problemas de salud como neumonía y problemas de visión, por lo cual estaba al cuidado de un grupo de enfermeras en su hogar.
ACTUALIZACIÓN: El abogado de la familia confirmó la muerte de Stan Lee a la agencia Asociated Press.
Stan Lee creó Marvel Comics junto a Jack Kirby en 1961, así como personajes famosos como Los 4 Fantásticos, Spider-Man y Los Vengadores.
UNA VIDA DEDICADA A LA CULTURA POPULAR
Stanley Martin Lieber, consiguió un trabajo de ayudante en la editorial Timely Comics, hoy Marvel Comics. A sus 20 años, debutó como guionista de dos páginas protagonizadas por Capitán América, para el cual usó por primera vez su pseudónimo “Stan Lee”. En 1960, pensó en dejar Marvel Comics, aunque su esposa lo convenció de crear “el comic que deseaba hacer”.
Fue así como en 1961 presentó al mundo a Los 4 Fantásticos, su primer gran éxito. Años más tarde, uniría su trabajo al de Jack Kirby y Steve Ditko, con quienes creó la mayoría de los personajes más famosos de esta editorial, convirtiéndola así en la editorial más importante de aquel entonces, marcando el inicio de la Edad de Plata del cómic estadounidense.
Entre sus creaciones destacan personajes como Spider-Man, los X-Men, Iron Man, Thor, Doctor Strange, Daredevil, el Increíble Hulk, Pantera Negra, Silver Surfer y, el grupo más exitoso, Los Vengadores. Con el paso de los años, sus trabajos saltaron de las páginas de las historietas a la televisión y el cine, lo que provocó que su fama se acrecentara con los ya conocidos cameos.
Fue así que su rostro se convirtió en una constante de las adaptaciones de los cómics de Marvel.
CREACIÓN DE SUPERHÉROES MÍTICOS
Fueron las características de Hulk, Spider-Man, Thor, Iron Man, los X-Men, Daredevil, los Vengadores, Ant-Man o Doctor Strange.
A todos ellos les insuflaba además grandes toques de humor, a semejanza del que él exhibía en la vida real. Tanto que hasta jugaba con los nombres que ponía a cada personaje, muchos de los cuales compartían inicial de nombre y apellido.
Peter Parker, Stephen Strange, Fantastic Four, Bruce Banner o Pepper Potts son algunos ejemplos en la larga lista de personajes que hicieron de Marvel la editorial más importante de la época.
De todos ellos Lee se decantaba por Iron Man y lo hacía, como siempre, con humor: "Es increíblemente rico, es atractivo, las mujeres le aman. Es un tipo perfecto", dijo del personaje que saltó a la gran pantalla con el rostro de Robert Downey Jr.
Un salto supervisado por Lee, que fue el principal impulsor de los proyectos del cómic en el cine.
Se trasladó a Hollywood en los años 80 y empezó a desarrollar proyectos para la televisión que serían el germen de la explosión cinematográfica que llegaría tiempo después.
Y desde el principio se mostró entusiasmado con las adaptaciones cinematográficas de sus historias, en las que siempre quiso participar con cameos. Unos pocos segundos que sus seguidores esperaban ansiosos en cada película en una búsqueda que facilitaban sus eternas y características gafas de sol.
Además ejercía de productor ejecutivo de cada uno de estos proyectos, películas que se han convertido en un género en sí mismas: el cine de superhéroes.
Con un éxito tan arrollador que se han multiplicado las aventuras de estos personajes a medio camino entre humanos y dioses en los que Lee se movía como pez en el agua.
Una figura legendaria a la que la editorial Taschen ha dedicado un enorme libro que está a punto de salir y que define como "la (casi) verdadera historia de Stan Lee, una extravagancia tamaño gigante fruto de ocho años de trabajo sobre el único e incomparable padrino del cómic".
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