Los que lo conocieron dicen que en el fútbol moderno estaría al mismo nivel que Messi y Cristiano Ronaldo.
George Best (Belfast, Irlanda del Norte 1946-2005) tenía dos grandes pasiones: el fútbol y el alcohol. Y en ambos fue un ‘crack’. Por eso es considerado el mejor futbolista británico de la historia (Best en inglés significa el mejor). Por eso más que un gran futbolista se convirtió en un ícono pop (lo apodaron el quinto Beatle). Pero también es por eso que falleció a los 59 años con el hígado destrozado. Conozca la historia del futbolista que según los que lo conocieron sería “como Messi” en el fútbol de hoy. El ‘crack’ del Manchester United que manifestó años antes de su muerte: “Yo saqué al fútbol de las páginas trasera de los periódicos y lo llevé a portada”.
“Georgie… simply the Best” (George simplemente el mejor) nació en Belfast, la capital de Irlanda del Norte. Hijo de torneo de astillero y una madre alcohólica. Los que lo conocieron de pequeño comentan que andaba con el balón a todos lados. A los 15 años, un ojeador del Manchester United lo vio jugando en el entonces desconocido Cregagh Boys Club. El telegrama que mandó a Inglaterra se volvió uno de los más famosos de la historia del fútbol: “Creo que te he encontrado a un genio”. Viajó a Manchester sin saber que varios años después el aeropuerto de su ciudad llevaría su nombre: “George Best Airport”.
A los 16 años llegó a Old Trafford para una prueba de dos semanas. Le dio pena alejarse de los suyos y volvió a Belfast. Sin embargo, el Manchester United luchó por su talento y a los 17 ya era titular en los ‘Diablos Rojos’. Jugó de 1963 a 1974. Convirtió 181 goles. Ganó dos Ligas (hoy Premier League). Sin embargo, su mayor logro fue la Copa de Europa de 1968. Conformó junto a Bobby Charlton y Denis Law la llamada Holy Trinity (La Santísima Trinidad). En 1968 fue elegido el mejor futbolista del mundo (hoy Balón de Oro).
Fuera de las canchas, George Best recibía un traro digno de estrella de Hollywood. Sus ojos azules, sonrisa traviesa y hoyuelo en el mentón hicieron que se convirtiera en un Playboy. “No es cierto que me haya acostado con seis Miss Mundo. Solo fueron tres”, manifestaba con esa facilidad para crear citas gloriosas. Su adicción al alcohol provocó su salida prematura del Manchester United en 1974. “En 1969 dejé las mujeres y la bebida. Fueron los peores 20 minutos de mi vida”.
Pasó por clubes de poca trascendencia: Jeswish Guild de Sudáfrica, Stockport County de Inglaterra, Cork Celtic de Irlanda, Los Ángeles Aztecs de Estados Unidos, Hibernians de Escocia, Brisbane Lions de Australia, entre otros. Marcó pocos goles y bebió mucho más. “Gaste mucho dinero en coches, mujeres y alcohol. El resto lo malgasté”, dijo años después sobre ese tiempo de su vida. Abrió clubes nocturnos, boutiques, peluquerías, agencia de viajes pero todos sus negocios fracasaron. Sus regates se hicieron más lentos y su adicción a la bebida más grande.
En el 2000 se casó por segunda vez (la primera fue con una modelo con la que tuvo su único hijo) con una ex azafata de 26 años. El matrimonio nunca cambió su genio rebelde que era noticia en todo el Reino Unido. En 2002, la sanidad pública le salvó la vida luego de una operación de trasplante de hígado que duró 10 horas. La enfermedad tampoco lo cambió. En 2005 falleció producto de la automedicación excesiva de fármacos inmunodepresores. Para entonces ya era leyenda. “No mueran como yo”, manifestó antes del pitazo final de su partido más difícil: la vida.
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