Con gol de Ousmane Dembélé a los 92 minutos, PSG se consagró campeón de la Supercopa de Francia, en partido que se disputó en Doha (Qatar).
En un partido destinado a los tiros de los doce pasos, Ousmane Dembélé, a los 92 minutos, terminó con la resistencia del Mónaco y le dio la victoria al PSG en la final de la Supercopa de Francia. De esta manera, el equipo de Luis Enrique consolidó el dominio del conjunto parisino en un trofeo que ya ha metido trece veces en sus vitrinas.
El técnico español alcanzó su primer título de la temporada, el que pueda dar inicio a un ramillete que puede introducir en sus vitrinas en este curso. En la Ligue 1 va líder sobrado, con diez puntos de ventaja sobre Marsella y Mónaco, y con un partido menos. En la Copa de Francia está en la segunda ronda y se enfrentará el 15 de enero al Espaly. En la Champions League, sufre fuera de los mejores 24 de la primera fase, pero aún tiene dos jornadas por delante para apagar un posible incendio. Y el Mundial de Clubes está en el horizonte, aunque todavía muy lejano.
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PSG campeón de la Supercopa de Francia
La Supercopa, una competición que domina el conjunto parisino en la última década (ganó diez de los últimos once títulos), podía ser el inicio del camino hacia los cinco trofeos. Y enfrente estaba el Mónaco, que soñaba con romper una racha de 25 años sin trofeos.
La realidad es que al PSG le importa poco el escenario. Gana casi siempre y así saltó al terreno de juego, con ganas de sumar su Supercopa número trece y de acabar por la vía rápida con la final. Aun así, Mónaco salió confiado en una presión alta que no surtió efecto: el PSG, siempre supo sacar la pelota. Y muy pronto pudo marcar.
A los diez minutos, tras un error de Philipp Köhn -en una cesión a Thilo Kehrer que no llegó a su destino-, Désiré Doué recogió la pelota, pero su disparo se estrelló contra el poste de la portería del Mónaco. Poco después, Dembélé se animó a probar: se llevó a dos rivales dentro del área y su intento se encontró con una intervención de Kohn.
El exguardameta del Mallorca se encargó de sujetar a su equipo hasta el descanso. Fue el ancla que permitió que el duelo se marchara 0-0 al descanso y se exhibió al filo del camino de los vestuarios con una tapada a Kang-In-Lee, que rozó el tanto con un zurdazo desde fuera del área.
El escenario cambió por completo al inicio la segunda parte. Mónaco se desmelenó, se quitó el corsé con el que vivió atenazado en el primer acto y acecho al PSG para inquietar al conjunto parisino con un intento de Ben Seghir que salvó Gianluigi Donnarumma y con un disparo de Maghnes Aklouche al palo que no subió al marcador por los pelos.
Ese ímpetu del cuadro monesgasco se diluyó en los últimos veinte minutos, en los que el PSG se fue a por el partido. Y fue Dembélé quien se encargó de aplicar la lógica. Aprovechó una asistencia perfecta de Fabián Ruiz y PSG, sobre la hora, alzó su primer título del curso: Luis Enrique y sus muchachos, ya lucen una sonrisa con la Supercopa de Francia, el tercer título para el entrenador español desde que llegó al PSG la temporada pasada.
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