El escenario del duelo entre España y Uruguay todavía no está culminado, ya que falta limpiar las tribunas e iluminar la zona de prensa.
El estadio Arena Pernambuco se presenta sin terminar, con obreros trabajando en varios pisos y con obras claramente temporales a 24 horas de ser sede del primer partido del Grupo B de la Copa Confederaciones entre las selecciones de España y Uruguay.
El polvo reina en las instalaciones interiores, pasillos y zonas de circulación mientras en la gigante e improvisada sala de prensa el ruido característico de las teclas de las computadoras personales de periodistas de varias nacionalidades se mezclan con el de taladros.
Restos de obra se pueden ver en pasillos, los pisos de cemento quedaron marcados con decenas de pisadas porque claramente fueron hechos contra reloj y sin respetar su tiempo de secado.
Las paredes de las tribunas, todas de hormigón gris, reclaman pintura, el campo del estadio tampoco luce en su mejor forma con espacios de verde amarillento.
En la zona de tribuna reservada para la prensa falta iluminación que los organizadores prometieron estará pronta para mañanas.
EFE
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