El prestigioso periodista de RPP Noticias, Miguel Humberto Aguirre, se refirió a la contundente goleada (5-1) de Holanda sobre España, en la primera sorpresa del Mundial Brasil 2014.
Por: Miguel Humberto Aguirre
Lo decía, cuando restaban cinco minutos para finalizar el encuentro Holanda-España, el relator de Radio Nacional hispano. El marcador estaba con un cinco a uno favoreciendo a los holandeses y, los entendidos de la península, no resistían. No podían entenderlo.
Para muchos mal intencionados, la fuerza, la calidad de los equipo españoles, no la tiene la selección. Eso, para esa fuerza que entusiasma semana a semana. Que ofrece mucha calidad, sería un mérito de los muchos precios altos, incorporados desde todos los continentes.
Mirar la selección española, y su derrota, nos mostró a una oncena con deficiencia en lo físico. La mayoría de sus integrantes superados por los defensas o atacantes holandeses que fueron más veloces. Más fuertes y con más entrega.
Por momentos, la escuadra roja en otros triunfos, blanca en esta derrota parecía bloqueados mentalmente. Sin reacciones en el trajinar en el campo. Era un verdadero circo holandés, donde los payasos estaban en blanco.
Los equipos españoles, no la selección, siempre muestran un traslado, y propiedad del balón, con gran valor. Pero en la Arena de Fonte Nova, carecieron de ello. Lo positivo: el traslado de la “brazuca” con inteligencia, fue holandés. La seguridad para imponer el pase a distancia fue de los ‘neerlandeses’ que se pasearon, con gusto, ante una afición española que olvidó todo lo bueno y, que su equipo era el campeón del mundo.
Cuando el marcado no señalaba supremacía para ninguno de los rivales, fue un partido con ritmo. Con entrega. Agradable para la vista.
En individualidades, Holanda sumó a Robin Van Persie y Arjen Robben. Se quedaron para seguirlos y aplaudirlos. En el otro lado un arquero español (Iker Casilla) quedó disminuido. Tomando su apellido, podríamos decir que los holandeses “lo sacaron de sus casillas”.
Los "ole tan españoles", fueron para el equipo de los Países Bajos que, a su historia de 100.000 años, su gente de hoy, deseará agregarlo como algo para no olvidar y contarlo.
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