Hace 75 años, la BBC ingresó a la historia de la televisión mundial como la pionera de la transmisiones diarias; sus bodas de brillante lo celebran apostando por el internet.
Un dos de noviembre de 1936, la BBC se convirtió en la primera cadena del planeta que ofrecía una programación diaria. Cumple sus bodas de brillante, siendo considerada la mejor televisión del mundo y apostando por el internet. Su primera emisión fue vista solo por 400 personas; un concierto de la orquesta de la cadena seguido de varios discursos, sería el inicio de una larga historia que hoy cumple 75 años.
Durante este tiempo, solo la II Guerra Mundial interrumpió en algunas ocasiones su ingreso a los hogares británicos con información y entretenimiento, contenidos de alta calidad televisiva. Series como "Yo, Claudio" y "Orgullo y Prejuicio", han sido algunas de sus series de éxito. En sus informativos, donde trabajan 2.000 periodistas, destaca "Panorama", que se emite desde 1953 y es el programa de actualidad más antiguo de la televisión mundial.
Actualmente, la BBC tiene unos 25.000 empleados y es una de las instituciones mas respetadas por los británicos, con audiencias bastante altas, no tiene publicidad, pues se financia por una licencia por la que todos los hogares, compañías y organizaciones donde se recibe su señal pagan anualmente una cantidad fijada por el Gobierno y aprobada por el Parlamento; aunque ahora esté pasando por una crisis presupuestal por el congelamiento presupuestal y que obligaría a un recorte de personalsuponer el despido de 2.000 empleados, menos producciones nuevas y más repeticiones.
En medio de esta crisis, la BBC mira al futuro con su gran apuesta: la televisión a demanda. El proyecto se lanzará el año que viene y se llama Youview, un sistema por el que adaptará su impecable televisión por internet a las pantallas del televisor. Los usuarios a través de un caja tendrá acceso en el televisor a toda la programación que ahora los canales ofrecen por internet.
La BBC está convencida de que la gente quiere seguir viéndola en el televisor y no en las pantallas del ordenador. Esta es la apuesta de futuro, en medio de recortes históricos, que afronta la primera y más prestigiosa televisión del mundo.