El amor por el Perú no es potestad solo de los nacidos en estas tierras, Boris Ackerman es prueba de ello; su tema "Soy Peruano" se inserta dentro del cancionero peruano como uno de los más bellos homenajes a nuestro país. Dario Mejía, desde Australia nos lo recuerda en este apunte.
Uno de los valses clásicos de la música criolla es "Soy Peruano" de Boris Ackerman, que además es un vals patriótico que se suma a los ya inmortales como "Mi Perú", de Manuel Raygada, "Todos Vuelven", de César Miró y "Contigo Perú" de Augusto Polo Campos.
Boris Ackerman nació en Rumania el 26 de noviembre de 1930. A inicios de 1935, cuando tenía 4 años de edad, escapa de su país con su familia del acoso nazi hacia los judíos. Fue así que llegó a Perú siendo niño todavía, país al que lo convertiría en su hogar.
Su amigo, compatriota y tocayo, Boris Roseznic, fue quien lo introdujo al mundo de la música criolla. Le tomó tanto cariño a nuestra música y al país, que quiso dedicarle una canción. Fue así que Ackerman, recordando a un poeta argentino de origen judío ( Boris Elkin), que en uno de sus poemas dice "Yo nací en tierras lejanas", empieza a escribir los versos de su inmortal canción...
"Yo nací en una tierra lejana,
pero llevo en mis venas el sol
que glorioso alumbró la mañana
que esta tierra mis ojos miró."
Boris Ackerman aprendió no sólo a querer al Perú como su patria, sino que hizo de Lima su ciudad, habiendo vivido en varios distritos de la capital por lo que conoce muy bien la ciudad y lo que la representa. Por ello también expresa su amor a Lima en su canción...
"He crecido sintiendo el murmullo
de las aguas del "Río Hablador"
y aprendí, escuchando su arrullo,
a sentir por Lima tanto amor."
La música criolla lo ganó y nuestro cancionero criollo también ganó más pergaminos cuando Ackerman decide incursionar en él. Una bella joven intérprete de nuestro acervo popular, quien fue su enamorada, contribuyó a que nuestro compositor cogiera más gusto a la música criolla, la cual penetró en sus venas, llegándole hasta el corazón...
"Por eso al escuchar la marinera,
el vals, la guitarra, el cajón,
siento como una voz que me grita ¡Perú!
dentro del corazón."
Ackerman se siente tan peruano como el cajón, el Pisco y El Cóndor Pasa, lo cual lo ha expresado muchas veces. El hermoso vals que, en agradecimiento, le quiso dedicar a la tierra adoptiva, fue un éxito desde que Los Dávalos lo estrenaron. Edith Barr fue la primera en grabarlo y al poco tiempo todos los intérpretes de música criolla lo incluyeron en su repertorio.
Solamente cuatro de sus valses, que suman más de veinte, han sido grabados, pero le bastó el cariño, la emotividad y la sinceridad que le impuso a la letra de "Soy Peruano" para que se metiera en el corazón de los que amamos la música nuestra y, sobre todo, al Perú...
"Este vals, que en mi pecho ha nacido,
es la prueba de mi gratitud
y ponerle por nombre he querido:
¡Soy Peruano!, ¡qué viva el Perú!"
Comparte esta noticia