Recibir educación es un derecho de todas las personas. En el Perú, la situación de pobreza excluye a muchos niños y niñas de la educación, siendo las niñas las más afectadas.
Garantizar una educación de calidad a la niña es significativo para romper el círculo de pobreza: Se ha demostrado que el nivel educativo de la madre incide sensiblemente en las probabilidades de tener un embarazo y alumbramiento seguros, una adecuada nutrición y mejor nivel educativo de sus hijos.
El sistema de las Naciones Unidas en su conjunto da prioridad a la educación de la niña, considerándola un paso importante para poder cumplir con las demás Metas del Milenio.
“El impacto es bastante fuerte. El trabajo infantil afecta y limita a los niños, pero en mayor gravedad a las niñas, pues ellas en un futuro serán madres y si no han sido educadas, jamás se rompe el círculo de pobreza y poca educación. Es necesario que la educación sea de calidad, y que los padres permitan y envíen a sus hijas a la escuela desde que son pequeñas”, dijo Elvira Raffio Meiggs, coordinadora del proyecto “Conservando las Cabeceras del Purus- Manu” de CARE Perú, cuyas acciones involucran la participación de mujeres indígenas.
Efectos directos de la educación en las niñas:
• Las mujeres más educadas ganan más (efecto rentabilidad). Además la mayor educación y los mejores ingresos generan impactos en el bienestar: mejoran los niveles de nutrición, salud y educación de los niños.
• Madres más educadas, valorarán más la educación de sus hijas.
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