El Gobierno de Chile aseguró que no existe en las bodegas del Instituto de Salud Pública (ISP), la letal toxina botulínica y que la ciudadanía puede estar "tranquila" de que no exista alguna sustancia que "amenace" a la población.
El Gobierno de Chile aseguró este lunes que no existe en las bodegas del Instituto de Salud Pública (ISP), la letal toxina botulínica y que la ciudadanía puede estar "tranquila" de que no exista alguna sustancia que "amenace" a la población.
"Tras una exhaustiva revisión de todas nuestras dependencias, edificios, bodegas, cámaras, refrigeradores y consultas a los archivos y documentación de procesos, estamos en condiciones de afirmar que en la actualidad no existe toxina botulínica", señaló la directora del ISP, María Teresa Valenzuela.
Valenzuela hizo un llamado "de tranquilidad a la comunidad" y recalcó que los protocolos de acción al interior del Instituto de Salud Pública de Chile son estrictos y establecen una serie de medidas respecto a las condiciones de tenencia, almacenaje y disposición de reactivos y material de laboratorio.
"Podemos asegurar a nuestra población, que el ISP cumple su función pública orientando su accionar a la protección de la población de Chile detectando agentes y sustancias que potencialmente puedan arriesgar la salud, con oportunidad, responsabilidad y entrega", enfatizó.
El pasado 22 de agosto, Ingrid Heitmann, exdirectora del ISP, reveló en una entrevista con la agencia DPA, que el año 2008 descubrió unas cajas con ampollas de toxina botulínica que permanecieron ocultas en un subterráneo durante 27 años.
Heitmann aseguró que decidió incinerar los químicos sin avisar a las autoridades de la época, cuando Chile era gobernado por Michelle Bachelet (2006-2010).
"Eran dos cajas llenas de ampollas con toxina botulínica, suficientes para matar a la mitad de Santiago", aseguró la exdirectora.
EFE
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