El alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, calificó la protesta realizada en la capital como la "más violenta jamás vista los últimos años".
La manifestación de los estudiantes chilenos realizada este jueves en contra del lucro educativo dejó en Santiago 250 jóvenes detenidos, 20 policías heridos, varios de ellos con fractura nasal, microbuses incendiados y saqueos a varios locales comerciales.
"Tuvimos una jornada de violencia, preocupante. Sufrimos un ataque a un microbús nuestro, fuimos testigos de un ataque a un camión de guardias de prisiones, a un microbús de la locomoción colectiva y varios saqueos", detalló a periodistas el general de Carabineros Luis Valdés.
Valdés hacía alusión al ataque que sufrieron, por parte de encapuchados, varios supermercados, farmacias, un local de venta de teléfonos móviles, destrozos de 15 semáforos y la destrucción de 50 señaléticas (letreros metálicos que identifican el nombre de las calles), entre otros.
El general, jefe de la zona metropolitana de Carabineros, también apoyó el actuar de un carabinero que hizo uso de las armas "porque estaba en una turba, con agresividad extrema, y evitó un mal mayor".
Un suboficial que acudió en ayuda de una carabinera que fue atacada con piedras y arrojada al piso por varios encapuchados que intentaban saquear una farmacia, decidió sacar su arma de servicio para amedrentar la turba que les atacaba, aunque no llegó a disparar, explicó el general.
Marcha violenta
En tanto, la intendenta de la región metropolitana de Santiago Cecilia Pérez, llamó a los líderes del movimiento estudiantil a hacerse responsables tras los daños a la propiedad pública y privada registrados durante la marcha.
"Esta brutalidad protagonizada por un grupo de delincuentes debe ser rechazada por todos los actores sociales sin titubeos y con la mayor claridad, pero aún con más fuerza por aquellos que hoy día convocaron a esta manifestación", enfatizó.
Por su parte, el alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, calificó este jueves la marcha estudiantil realizada en la capital como la "más violenta jamás vista los últimos años".
En este sentido, el jefe comunal pidió que no se autoricen más manifestaciones durante la semana y sólo puedan realizarse los fines de semana.
Medios radiales informaron de al menos 80 jóvenes detenidos en las distintas ciudades donde también se realizó la protesta de los estudiantes.
Los líderes estudiantiles cifraron en 150.000 los asistentes a la marcha, que se convirtió en una prueba de que el movimiento que surgió en 2011, cuando salieron a las calles más de 40 veces, no ha perdido poder de convocatoria.
Por su parte la policía dijo que los asistentes fueron 40.000.
Piden erradicar modelo educativo imperante
Los estudiantes siguen exigiendo erradicar el modelo impuesto en 1981 y terminar con los altos precios que deben pagar por sus estudios, pese a que el Gobierno de Sebastián Piñera ha emprendido algunas medidas para mejorar la supervisión y facilitar el pago a los alumnos.
Esta vez, los jóvenes apuntaron sus dardos contra el lucro en la educación, en el que muchos centros incurren a través de subterfugios legales.
Uno de ellos consiste en que las sociedades que controlan estas universidades constituyen de forma paralela empresas inmobiliarias que arriendan locales a la misma universidad y obtienen así beneficios.
En Santiago, la manifestación partió desde Plaza Italia, epicentro de la capital, y transcurrió por más de dos kilómetros por la Alameda, su principal eje, hasta que viró hacia el sur para finalizar con un acto cultural en Blanco Encalada.
Según la policía, los incidentes se agravaron al término de la marcha, cuando grupos de encapuchados lanzaron piedras al contingente policial.
La de hoy fue la tercera protesta convocada este año por la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), que agrupa a los universitarios, tras las celebradas los días el 25 de abril y el 16 de mayo.
A esta convocatoria se sumaron también las dos principales organizaciones de secundarios, que en estos meses han protagonizado otras marchas, aunque con una adhesión mucho menor.
Tras esta manifestación, los estudiantes entregaron en La Moneda y en el Congreso sendas cartas con sus principales demandas.
EFE
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