Padre Luis Eduardo Ayala, director del colegio, dice que dificulta que atraviesan se debe a que en los últimos años se ha reducido el número de benefactores.
El colegio parroquial Nuestra Señora de Montserrat, ubicado en el Cercado de Lima, ha sido, desde la década de los ochenta del siglo pasado, pionero en la enseñanza educativa, gracias a la disciplina, laboriosidad y vocación de los maestros y su fundador, el padre Juan Serpa Meneses.
Pero lamentablemente las cosas tomaron un color gris y, actualmente, el centro educativo atraviesa por una crisis que perjudica a cientos de estudiantes, problema que también ha afectado al Instituto Parroquial Superior de Huachipa.
El padre Luis Eduardo Ayala, director del colegio, explica que la causa de este “aprieto” se debe a que en los últimos años se ha reducido el número de benefactores o filántropos. Y lo que reciben hoy ya no es suficiente, por lo que se requiere más fondos con los que atender a los niños y jóvenes que provienen del interior del país a fin de estudiar en las aulas de estos centros que el colegio parroquial gestiona.
“Creen (los benefactores) que cuando muere la persona, muere la obra”, dice Eduardo Ayala en referencia a los “mecenas” que dejaron de brindar apoyo económico, luego de que el padre Serpa falleciera en 2008.
Pero eso no es todo. Cuenta que hace tres meses el Programa Nacional de Asistencia Alimentaria (Pronaa) no les suministra de productos básicos (como arroz, pan, entre otros), lo cual les impide distribuir desayunos a los escolares.
Cualquier apoyo que se quiera hacer llegar al colegio parroquial Nuestra Señora de Montserrat acercarse a su sede (en el Cercado de Lima) o, en todo caso, hacer deposito al banco Scotiabank a la cuenta N° 1700025958.
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