En su página web, el Arzobispado de Lima aclara que la Patrona del Perú no fue analfabeta ni tampoco usó una corona de espinas, entre otras creencias.
Este 30 de agosto se celebra la solemnidad de Santa Rosa de Lima, la primera santa de América, Patrona del Perú, del Nuevo Mundo y Filipinas, sobre quien se tejen algunos mitos que bien hace en aclarar el Arzobispado de Lima a través de su página web.
No es cierto que Isabel Flores de Oliva, el nombre verdadero de Santa Rosa, fuera analfabeta. Aún se conservan varios de sus escritos de puño y letra. Tampoco sabía tocar el arpa. Sólo tañía algunas cuerdas de la guitarra para cantarle a Dios.
Se dice que usó una corona de espinas. Lo que realmente llevó sobre su cabeza fue una vincha de plata con tres hileras de 33 puntas de clavos de silicio. Esta vincha la llevó perpetuamente y solamente se la quitó cuando tuvo que guardar reposo por una enfermedad.
Tampoco es verdad que haya vestido traje de color pardo. Vestía el hábito propio de la familia dominica: una capa, velo negro y túnica blanca. Algunas representaciones pictóricas o esculturas la muestran con hábito franciscano, de color pardo, o con velo blanco, esto lo usó durante un tiempo antes de que Dios le hiciese ver su voluntad.
No es cierto que haya hecho profecías apocalípticas o políticas. Su único gran vaticinio fue la fundación del Monasterio de Santa Catalina de Siena.
Diferentes autores, llevados por el significado poético de su nombre o su gran cariño, han creado relatos fantasiosos y muy hermosos, pero que no son ciertos.
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