Asociación Peruana de Ingeniería Ambiental recomienda desinfectar estos depósitos cada seis meses para evitar que se almacenen microorganismos que pueden dañar la salud.
El crecimiento poblacional está provocando menor presión de agua en diversas ciudades. Ante ello, los tanques elevados se convierten en la mejor solución, pero hay que tener cuidado pues sin un adecuado mantenimiento, pueden convertirse en foco de infecciones con riesgo para la salud.
Y es que si bien el agua de cualquier planta de tratamiento siempre sale limpia, en su trayecto va a arrastrar pequeños sedimentos que se forman con los años en las redes y que se suman a las que albergan nuestras instalaciones sanitarias.
Según la Asociación Peruana de Ingeniería Ambiental, estos sedimentos son el ambiente perfecto para diversos microorganismos que en mayores volúmenes contaminan el agua provocando males estomacales que pueden prevenirse con limpieza y desinfección periódica.
La institución recomienda realizar esta tarea de desinfección por lo menos cada seis meses, asegurándonos de colocar la cantidad adecuada de cloro que es de un cojín por cada dos metros cúbicos de agua. El procedimiento es sencillo:
1. Cierre la llave de paso general del agua
2. Vacíe el tanque dejando una cierta cantidad de agua que permita lavar con una escobilla el fondo, paredes, tapa y techo.
3. Luego de lavar, vacíe completamente el agua y enjuague asegurando la eliminación de todo residuo visible.
4. Ingresar agua en el tanque hasta 20 o 30 cm de altura y agregar cloro.
5. Lavar bien todas las partes del tanque hasta su borde superior dejando actuar el agua con cloro por lo menos tres horas.
6. Eliminar el agua clorada, luego agregar 30 centímetros de agua y dejar escurrir por 5 minutos abriendo los caños.
7. Finalmente puede llenar el tanque para ponerlo en servicio.
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