Egipto elevó a 638 la cifra de muertos y a casi 4 mil la de heridos por la represión a los opositores al golpe de Estado.
La Hermandad Musulmana convocó a una jornada de protesta que llamaron "Viernes de ira" por los centenares de muertos que las fuerzas del orden provocaron en la víspera por el desalojo de dos campamentos.
Un portavoz de la Hermandad, Gehad El-Haddad, tuiteó que habrán protestas contra el gobierno, partiendo de mezquitas alrededor de El Cairo, para converger en una manifestación masiva en la Plaza de Ramsés, en el corazón de la capital.
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El-Haddad habló de la expectativa sobre esta jornada de rechazo a la violenta represión del Ejército y del reclamo para reponer al presidente Mohamed Mursi.
Y a pesar de la determinación de la multitud de islamistas de seguir reclamando la vuelta de Mursi, un juez extendió por otros 15 días la prisión preventiva que pesa sobre el mandatario derrocado, quien permanece detenido en un lugar desconocido.
Mientras tanto, el gobierno de facto de Egipto elevó a 638 la cifra de muertos y a casi 4 mil la de heridos por la represión a los opositores al golpe de Estado, mientras que familiares buscaban o velaban a sus seres queridos.
El gobierno defendió sus acciones, ante la condena internacional, insistiendo en que sus tropas dispararon en defensa propia, y que no eran responsables de muchas de las muertes.
Egipto ha vivido días de violencia que se comparan a los de 2011, con la revolución que derrocó a Hosni Mubarak.
Debido a esta situación, el presidente estadounidense, Barack Obama, anunció la cancelación de un ejercicio militar conjunto con Egipto, y pidió levantar el estado de emergencia anunciado por las autoridades de ese país.
ANDINA
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