La Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR), indicó ue la intensidad y frecuencia de los fenómenos hidrometeorológicos se ha incrementado como consecuencia del cambio climático.
Las fuertes lluvias, sequías, tormentas tropicales y huracanes causan el 90 % de las pérdidas de vidas humanas, personas afectadas e infraestructura destruida, dijo este jueves el jefe para las Américas de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR), Ricardo Mena.
"De los análisis estadísticos que tenemos, son los pequeños y medianos eventos climáticos los que nos están causando los mayores problemas", enfatizó Mena durante la IV sesión de la Plataforma Regional de las Américas para la Reducción del Riesgo de Desastres, que se desarrolla en la ciudad ecuatoriana de Guayaquil (suroeste).
Al encuentro asisten autoridades, expertos y representantes de organizaciones no gubernamentales de los países del continente para analizar las acciones de prevención de catástrofes implementadas en cada territorio en cumplimiento del llamado "Marco de Acción Hyogo" para el periodo 2005-2015.
Mena aseguró que la intensidad y frecuencia de los fenómenos hidrometeorológicos se ha incrementado en la región como consecuencia del cambio climático.
Un ejemplo de esta realidad lo ofreció la delegación de Bolivia, que resaltó que las últimas inundaciones en este país golpearon a cinco departamentos territoriales, afectaron a miles de familias y provocaron la pérdida de 300.000 cabezas de ganado vacuno.
Según los estudios de representantes de ese país, año tras año se registran más fenómenos adversos y las expectativas son de que se van a intensificar.
El jefe de la Oficina Regional de la UNISDR aseguró que los países están ejecutando estrategias de adaptación al cambio climático, pero consideró que aún no existe una articulación adecuada en las estrategias de gestión de riesgo de desastres.
Por ello, los participantes del encuentro continental solicitaron una mayor coordinación en ese sentido.
"Una de las recomendaciones que surge fuertemente de esta plataforma es que los países deben hacer mayores esfuerzos para articular mejor el trabajo de quienes se encargan de la adaptación al cambio climático con quienes se encargan de la gestión de riesgos de desastres", manifestó Mena.
Un paso hacia esta articulación es el fortalecimiento de la denominada "infraestructura verde", que son sistemas naturales como bosques, manglares, arrecifes de coral, entre otros, que actúan como barreras ante eventos climáticos fuertes.
Elba Fiallos, coordinadora del proyecto "Enfrentando el cambio climático en la cordillera costera en Ecuador", explicó que no solo los diques, represas u otras obras sirven para proteger a la población de los daños provocados por un desastre.
"Necesitamos recuperar estos sistemas naturales como complemento de las obras. Por ejemplo, nosotros trabajamos en la recuperación de los márgenes de los ríos para que no se liberen sedimentos y se caigan los taludes que se construyen", detalló Fiallos.
La IV sesión de la Plataforma Regional de las Américas concluye este jueves tras analizar las acciones implementadas en cumplimiento del llamado "Marco de Acción Hyogo" para el periodo 2005-2015.
La información generada en el evento, junto al resto de observaciones y recomendaciones de las delegaciones americanas, será presentada en la reunión mundial que se realizará en Japón, en marzo próximo, para establecer el nuevo marco de acción para la reducción del riesgo de desastres a partir de 2015.
EFE
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