Todos los años, alrededor de 13 millones de bebés nacen demasiado pronto o demasiado pequeños. Más de un millón de estos pequeños bebés no sobreviven.
¿Tuvo usted o una persona allegada un bebé que nació demasiado pronto, demasiado pequeño, incapaz de respirar o de alimentarse por sí solo? Si es así, usted sabe lo aterrador que es el nacimiento prematuro.
Si bien muchos bebés tienen la probabilidad de sobrevivir gracias a los adelantos médicos, para otros sigue siendo una situación de vida o muerte. Los bebés que sobreviven al nacimiento prematuro pueden enfrentar graves problemas de salud y correr el riesgo de sufrir discapacidades de por vida.
Hoy, 17 de noviembre se celebra el Día internacional del niño prematuro: Uno de cada diez niños nace prematuro, nada menos que trece millones de niños al año en el mundo, de los cuales más de un millón no consiguen sobrevivir.
Afortunadamente, hay cada vez más conciencia sobre la importancia de la humanización de las unidades neonatales. Se están implementando en iniciativas como el proyecto HERA (en España), programa multidisciplinar dirigido a mejorar los cuidados del bebé prematuro a través del método canguro, el apoyo a la lactancia materna y el acompañamiento continúo de los padres, entre otras buenas prácticas.
Aún así, todavía hay mucho por hacer, tanto para prevenir la prematurez como en cuanto a estrategias para asegurar el bienestar de los pequeños hospitalizados.
Estos son los derechos que los bebés prematuros tienen y deberían facilitar los entornos hospitalarios y en general toda la sociedad:
• La prematurez se puede prevenir en muchos casos, por medio del control del embarazo al que tienen derecho todas las mujeres.
• El recién nacido prematuro tiene derecho a recibir atención adecuada a sus necesidades, considerando sus semanas de gestación, su peso al nacer y sus características individuales.
• Los bebés nacidos de parto prematuro tienen derecho a ser alimentados con leche materna.
• Todo prematuro tiene derecho a la prevención de la ceguera por retinopatía del prematuro (ROP). Un niño prematuro necesita controles oftalmológicos desde las primeras semanas de vida.
• El recién nacido prematuro tiene derecho a ser acompañado por su familia todo el tiempo.
• Para un bebé prematuro es muy importante sentir las caricias, la voz y el olor de sus padres. Para eso, debe estar junto a ellos el mayor tiempo posible.
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