Ecuador no aceptará presiones de nadie, ni amenazas, ni claudicará en sus principios, expresó el presidente ecuatoriano.
Ecuador no aceptará presiones de nadie, ni amenazas, ni claudicará en sus principios, dijo el presidente Rafael Correa en respuesta a Estados Unidos por la solicitud de asilo del exagente de la CIA Edward Snowden.
Nosotros renunciamos de manera unilateral e irrevocable a las preferencias arancelarias otorgadas por Estados Unidos, expresó Correa, y aclaró que estas surgieron como una compensación a la lucha antidrogas, pero se han transformado en un instrumento de chantaje.
Al hablar desde la provincia Los Ríos, donde inauguró un proyecto hidroeléctrico, el mandatario recordó que Ecuador es uno de los siete países que han firmado todos los tratados sobre derechos humanos y conminó a Estados Unidos a firmarlos.
"Ecuador no se cree superior moralmente a ninguna nación del mundo, pero tampoco vamos a aceptar cínicas posiciones llenas de doble moral que no tienen como fundamento ni la razón ni la verdad, sino solo la fuerza y el poder", agregó.
Correa criticó la doble moral de Estados Unidos al permitir en su territorio el refugio de ciudadanos prófugos de la justicia ecuatoriana, "particularmente los banqueros corruptos que quebraron al país el año 1999, y cuya extradición ha sido reiteradamente negada".
Comentó que le habría encantado que con la misma urgencia que exigen entregar al señor Snowden en caso de entrar a suelo ecuatoriano, se hubiese entregado a muchos prófugos de la justicia ecuatoriana refugiados en Estados Unidos.
"El orden mundial no solo es injusto sino inmoral, pero algún día, más temprano que tarde, gritarán hasta las piedras. Sabemos que con su poder nos pueden destruir, y nuestras élites nos volvieron aún más vulnerables al adoptar de forma entreguista la moneda del país", expresó.
ANDINA
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