El baño de sangre no para en el país árabe y los Hermanos Musulmanes avisan que "empieza la Semana de la Ira para hacer caer el golpe". Aquí un testimonio desde Egipto.
Son diversos los testimonios que se pueden recoger ahora en Egipto. Todos han perdido al menos un familia, un amigo o un conocido. La situación no es humana para nada. Cientos de personan han muerto desde el reinicio de la crisis en El Cairo y otras ciudades del país.
“Fui el último en salir. Llegaron las fuerzas de seguridad pasada la media noche y nos obligaron a dejar allí los cuerpos carbonizados que nadie pudo reconocer. Nos dijeron que sería comida para sus perros y nos obligaron a salir sin darnos más explicaciones”, relató el doctor Ahmed Kamal a su salida de la mezquita Al Fatah de la plaza Naser de El Cairo, templo que se convirtió en la morgue improvisada para albergar los cuerpos de los seguidos de Mohamed Mursi caídos el miércoles.
Muchas personas continúan con paradero desconocido tras el desalojo de los campamentos de Rabaa Al Adawiya, donde se registró el mayor derramamiento de sangre.
El doctor Kamal contó al enviado especial de ABC de España que en las últimas horas quedaban 150 cuerpos en la mezquita Al Imam, de ellos quince imposible de reconocer que fueron los que quedaron en manos de las fuerzas de seguridad. El resto fue retirado por las familias. Estos cadáveres no han pasado por los hospitales de El Cairo, por lo que los islamitas sostienen que la cifra de muertos es mucho mayor que la de 600 que reconoció el Gobierno provisional.
“Nos han tratado peor que a animales, inhumano desde cualquier punto de vista, no tengo palabras para definir el tipo de heridas que he visto en los cuerpos y el trato que les han dado”, denunció indignado Kamal antes de perderse entre la masa.
El baño de sangre no para en el país árabe y los Hermanos Musulmanes avisan que “empieza la Semana de la Ira para hacer caer el golpe y habrá manifestaciones pacíficas diarias en todas las provincias de Egipto”.
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