La demócrata aseguró que ha dejado atrás el tiempo en el que era "realmente cuidadosa" con la manera en la que decía algo por miedo a que alguien malinterpretara sus palabras.
La ex primera dama y exsecretaria de Estado Hillary Clinton dijo este viernes haber llegado a un momento de su vida en el que se siente "liberada" para decir lo que piensa sin tapujos ni rodeos, y defendió un debate político más "directo" en Estados Unidos.
La demócrata aseguró en un acto de promoción de sus memorias "Hard Choices" ("Decisiones difíciles") en Washington que ha dejado atrás el tiempo en el que era "realmente cuidadosa" con la manera en la que decía algo por miedo a que alguien malinterpretara sus palabras.
"Es simplemente agotador y frustrante. Y me pareció mucho más fácil ser clara. Espero que la gente se acostumbre. Independientemente de si estás de acuerdo o no conmigo, sabrás de dónde vengo, qué pienso y qué siento", dijo en un auditorio de la George Washington University.
Clinton, hasta el momento la potencial candidata demócrata mejor situada para la carrera presidencial de 2016, inició esta semana una gira por todo el país para promocionar su último libro de memorias, que narra sus años al frente de la diplomacia estadounidense.
Muchos en Estados Unidos han visto en este tour una señal más de que Clinton apostará de nuevo por intentar optar a la Casa Blanca, tras ser derrotada en 2008 por el ahora presidente Barack Obama.
Los primeros días de su gira han estado protagonizados por las reacciones a unas declaraciones muy criticadas que hizo el lunes a la cadena ABC: dijo que cuando dejaron la Casa Blanca ella y su familia estaban "completamente en bancarrota".
"Dejamos la Casa Blanca no sólo en bancarrota, sino con muchas deudas. No teníamos dinero cuando llegamos allí y nos costó reunir los recursos para las hipotecas, las casas, la educación de Chelsea -su única hija-. No fue fácil", explicó en una entrevista con la cadena ABC emitida en la víspera del lanzamiento de su nuevo libro.
Clinton justificó así que tanto ella como su marido, el demócrata Bill Clinton (1993-2001), hayan pronunciado numerosos discursos bajo pago desde que dejaron la mansión presidencial, unas alocuciones que han alcanzado los 551.000 euros cada una en el caso del expresidente y 147.000 en el suyo.
A pesar de esta polémica, Clinton se mantiene firme en su decisión de hablar claro. "Así es como lo siento, y es liberador, para ser honesta", confesó.
EFE
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