La valla irá a lo largo de los 175 kilómetros de la frontera con Serbia y medirá cuatro metros de alto.
Mientras Europa discute cómo frenar la actual ola migratoria, Hungría anunció hoy la construcción de una alambrada en su frontera con Serbia para impedir que los inmigrantes accedan a la zona Schengen de libre circulación.
El Gobierno conservador nacionalista húngaro advirtió hoy de que "no puede esperar más" a que se tomen decisiones a nivel europeo e informó de la construcción de una valla de 4 metros de altura a lo largo de los 175 kilómetros de frontera con Serbia, por la que unos 53.000 inmigrantes irregulares han pasado en lo que va de año.
Los ministros de Interior de la Unión Europea (UE) negocian la elaboración de un sistema de cuotas, posiblemente obligatorio, para repartir a los demandantes de asilo, una idea que Hungría rechaza.
Mientras que a comienzos de año Hungría registró un gran número de peticiones de asilo procedentes de Kosovo, en los últimos meses han llegado sobre todo refugiados de los conflictos en Oriente Medio.
"Hungría no viola ninguna de sus obligaciones legales, ni acuerdos internacionales", afirmó hoy el titular de Exteriores, Péter Szijjártó, al recordar que otros países de la UE "defienden sus fronteras" con alambradas.
Aún se desconoce cuándo exactamente se iniciarán las obras de construcción de la valla, que tiene precedentes en Bulgaria y Grecia, dos países con decenas de kilómetros de frontera abierta con Turquía.
La alambrada con Serbia es sólo la medida más reciente del Ejecutivo de Orban contra de inmigración.
Anteriormente, se ha enviado a todos los hogares del país un cuestionario para ver la "opinión ciudadana" sobre la inmigración ilegal, con preguntas que sugieren una vinculación directa entre este fenómeno y el terrorismo, como ha criticado la UE.
El tema de la inmigración ilegal, a pesar de ser un reto de todo el continente europeo, ha adquirido en Hungría carácter de política interna, ya que el gobernante partido Fidesz busca recuperar su popularidad ante el temor de que muchos de sus votantes se marchen al ultraderechista partido Jobbik.
EFE
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