Al ser la prueba de ingreso a la UNI una de las más difíciles en el Perú, son miles los que, a veces por décimas en el puntaje, tienen que retrasar el cumplimiento de su sueño.
Aaron Gerald Paulet Espinoza, primer puesto en el reciente examen de admisión a la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), no es el típico estudiante "cerebrito" y parco que vive ensimismado en un mundo de algoritmos.
Por el contrario, es un joven locuaz, de 16 años, que proveniente de Villa El Salvador y está decidido a romper con el estereotipo del alumno de ingeniería.
"Sé que soy un poco introvertido", dice, luchando contra su timidez, con las manos en los bolsillos, al ser entrevistado por agencia Andina. "Pero quiero vencer eso y que mis compañeros también lo hagan". Detrás de él, el campus de la UNI se expande en el distrito del Rímac.
A pesar de haber obtenido la mejor ubicación en el cómputo general del concurso de admisión 2015-1 de la UNI, Aaron expresa su preocupación por quienes esta vez no lograron alcanzar una vacante.
"Creo que el ingreso no debería ser selectivo, se tiene que dejar estudiar en la universidad a quien tenga la intención de hacerlo", comenta.
DIFÍCIL PRUEBA
Al ser la prueba de ingreso a la UNI una de las más difíciles en el Perú, son miles los que, a veces por décimas en el puntaje, tienen que retrasar el cumplimiento de su sueño y esperar una larga temporada hasta un nuevo examen de admisión.
Este año, dentro de los 1,015 ingresantes, hay 2 personas que consiguieron una vacante en su intento número once. Para ellos, la vencida ya nunca más será a la tercera, sino a la undécima.
Aaron, sin embargo, ingresó en su primera pretensión. Reconoce que las cosas no le fueron fáciles y confiesa que tuvo que cambiar los ratos de diversión con sus amigos por largas jornadas de estudio. No obstante, está satisfecho y confía en que sus esfuerzos y sacrificios tendrán una recompensa mayor.
El mayor anhelo de este hábil adolescente no es un deseo egoísta, nada de eso. Aarón ya tiene claros sus objetivos: en el futuro, se ve a sí mismo en el Ministerio de Educación trabajando por el derecho de los jóvenes a una enseñanza superior más inclusiva y realmente abierta a todos.
Su historia merece una respuesta por parte del Estado: una acción que incentive y apoye a los nuevos valores de la ingeniería nacional.
"Somos una universidad popular, pero captamos a los mejores talentos que hay en el medio", asegura a agencia Andina el rector de la UNI, Jorge Elías Alva Hurtado.
En el concurso de Admisión 2015-1, la mayoría de los primeros puestos provienen de los conos de Lima y de Huancayo, en el interior del país. Solo el 41, 48% de los ingresantes estudió en un colegio público. Aaron terminó la secundaria en el colegio nacional 7213-Peruano Japonés de Villa el Salvador.
Durante la ceremonia de bienvenida a los cachimbos, el egresado de la UNI, ingeniero Cristian Cisneros Morales, presentó su Robot Humanoide Nao. Un ejemplo de que, aún en un medio con bajos recursos, nada es imposible.
"Queremos que el Estado haga posible que la Beca 18 sea aplicable a estos chicos", añadió el rector de la UNI, en referencia al programa de becas del gobierno central, cuyo objetivo es brindar educación de calidad a los sectores menos favorecidos del país.
"Muchos de estos chicos necesitan apoyo. La Universidad Nacional de Ingeniería solo tiene 25 beneficiarios de Beca 18 y necesitamos muchos más, ese es el pedido que le hacemos al gobierno", puntualizó el doctor Alva.
ANDINA
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