Las conversaciones de Viena se producen en un momento crucial de la disputa internacional sobre las actividades atómicas de Irán.
La primera jornada de negociaciones entre una delegación de alto rango de la agencia nuclear de la ONU y representantes de Irán terminó hoy en Viena sin resultados, aunque con el compromiso de continuar mañana, martes.
Sin hacer declaraciones a la prensa, los representantes del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) abandonaron hoy en torno a las 15.30 hora local (13.30 GMT) la embajada iraní en la capital austríaca tras unas cinco horas de conversaciones.
La delegación liderada por el director adjunto del OIEA para las salvaguardas (controles), el belga Herman Nackaerts, se reunirá mañana de nuevo con los interlocutores iraníes, según dijo a Efe una portavoz de aquella entidad.
Por la mañana, al llegar a la legación iraní, Nackaerts había dicho ante la prensa que es "importante negociar lo sustancial".
"En particular, esclarecer las posibles dimensiones militares sigue siendo nuestra prioridad", dijo el inspector jefe de desarme de la agencia nuclear de la ONU.
Las conversaciones de Viena se producen en un momento crucial de la disputa internacional sobre las actividades atómicas de Irán.
La comunidad internacional, representada por seis grandes potencias (EEUU, Rusia, Francia, Reino Unido, China y Alemania) se reunirá en Bagdad el 23 de mayo para avanzar en una solución dialogada del conflicto, que dura ya casi diez años.
Acompañado por el director adjunto del OIEA para asuntos políticos, el argentino Rafael Grossi, y otros dos expertos, Nackaerts trata de recibir de Irán el permiso para visitar una controvertida instalación militar cerca de Teherán, donde la agencia sospecha que tienen lugar actividades nucleares militares.
En dos reuniones mantenidas en Teherán en enero y febrero pasado las partes no alcanzaron ningún acuerdo.
"Es importante que podamos negociar lo sustancial de estos asuntos y que Irán nos conceda acceso a personas, documentos y sitios" relevantes, concluyó el inspector jefe del OIEA.
Irán asegura desde hace años que no tiene nada que ocultar, aunque tampoco permite el acceso a los sitios que el OIEA reclama, alegando que no se trata de instalaciones nucleares.
Estados Unidos, Israel y los países de la Unión Europea sospechan que Irán puede estar desarrollando capacidades nucleares con fines militares bajo el paraguas de un programa civil.
Teherán rechaza estas alegaciones diciendo que sólo tiene intenciones pacíficas, como la generación de energía y la lucha contra el cáncer.
EFE
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