Pescadores de Feroe se dicen "horrorizados" por el hecho de que en los veinte años transcurridos, las redes de los pescadores escoceses hayan matado 970.000 salmones.
Las islas Feroe, territorio autónomo de Dinamarca, han acusado a Escocia de amenazar las existencias de salmón salvaje al permitir la pesca de esa especie con red.
Según la Asociación de Propietarios de Barcos de Pesca de las Feroe, gracias a fondos privados y del Gobierno, particularmente de Francia, Islandia y EEUU, a partir de 1991 sus miembros dejaron de pescar salmón salvaje en las aguas del archipiélago.
Ello permitió que volvieran a aguas escocesas alrededor de un millón de salmones sanos y hasta cuatro millones a las proximidades de las costas noruegas.
Pero en una carta al ministro principal de Escocia, Alex Salmond, de la que informa hoy el diario Financial Times, los pescadores de Feroe se dicen "horrorizados" por el hecho de que en los veinte años transcurridos, las redes de los pescadores escoceses hayan matado 970.000 salmones.
Los pescadores de las Feroe se quejan de que por cada salmón que ellos lograron salvar gracias a su propia abstinencia los escoceses mataron otro, lo que ha dado al traste con sus esfuerzos conservacionistas.
Ese sector "considera seriamente la posibilidad de reclamar su derecho a pescar el salmón", dice la carta, según la cual, si lo hacen, quienes pescan con redes sufrirán una drástica disminución de las capturas y "esa multimillonaria industria pesquera quedará dañada para siempre".
El Gobierno escocés argumenta que se han reducido substancialmente en los veinte últimos años la pesca con red y explica que Escocia tiene un largo historial de lucha contra la explotación de las especies marinas: por ejemplo, en 1962 se prohibió la pesca del salmón con redes de arrastre.
Escocia se peleó recientemente con las Feroe e Islandia por otro pez, la caballa, al acusar a ambas de fijar unilateralmente cuotas que ponen en peligro las existencias de esa especie, una de las especies más importantes de aguas escocesas.
Según los expertos, la elevación de las temperaturas del océano obliga a la caballa, una de las especies más importantes de Escocia, Irlanda y Noruega, a nadar más al norte en busca de aguas más frías.
EFE
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