Esta es la primera repatriación de tortugas de la especie Chelonoidis chathamensis, oriundas de San Cristóbal, la isla más oriental del archipiélago de Galápagos.
Nueve tortugas gigantes nacidas hace seis años y criadas en cautiverio fueron repatriadas hoy a su terruño natural en la isla San Cristóbal, una de las más pobladas por humanos del archipiélago ecuatoriano de Galápagos.
Esta es la primera repatriación de tortugas de la especie Chelonoidis chathamensis, oriundas de San Cristóbal, la isla más oriental del archipiélago.
Carlos Ortega, director encargado de la Unidad Técnica en San Cristóbal del Parque Nacional Galápagos (PNG), dijo a Efe que esta repatriación de tortugas es la primera que se realiza desde el Centro de Crianza "Jacinto Gordillo".
Ese centro está situado en Puerto Baquerizo Moreno, la capital de San Cristóbal y del archipiélago, que es también una provincia de Ecuador.
Ortega explicó que la población de este tipo de quelonios había mermado en la isla debido, principalmente, a la invasión de su territorio por parte de especies introducidas por el hombre como cabras, gatos y ratas.
Los programas de erradicación de ese tipo de especies invasoras y la crianza de ejemplares (algunos nacidos con procedimientos de incubación artificial) han permitido una recuperación de la población de chelonoidis chathamensis.
Los nueve ejemplares, que han sido sometidos a un proceso de "readaptación" a su hábitat natural, han sido ubicados en el sector del Cerro Media Luna, en el noreste de San Cristóbal.
Los quelonios también han sido chequeados por biólogos y llevarán un dispositivo de rastreo por satélite para estudiar sus desplazamientos y comportamiento.
El Centro de Crianza "Jacinto Gordillo" de San Cristóbal es una de las tres unidades de este tipo que tiene el PNG, pues dispone también en las islas Santa Cruz e Isabela.
Las islas Galápagos, declaradas en 1978 como Patrimonio Natural de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), se encuentran ubicadas a unos mil kilómetros al oeste de las costas continentales de Ecuador.
El archipiélago debe su nombre a las grandes tortugas que la habitan y sus reservas terrestre y marina contienen una rica biodiversidad, considerada única en el mundo y un laboratorio natural que permitió al científico inglés Charles Darwin desarrollar su teoría sobre la evolución y selección natural de las especies.
EFE
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