Andrius Kubilius, primer ministro lituano, cree que el medio siglo de "ocupación" dejó secuelas que el país sigue arrastrando hasta el día de hoy.
Andrius Kubilius, primer ministro de Lituania, país que junto a sus vecinas Letonia y Estonia conmemora hoy el Día de las víctimas de las represiones comunistas, lamentó algunas secuelas de la "ocupación soviética" vigentes en su país.
El 14 de junio de 1941, incluso antes de que la Alemania nazi invadiera la URSS, el régimen del dictador Iósif Stalin inició la deportación masiva de lituanos, letones y estonios a otras regiones del vasto territorio soviético.
"Es un día muy doloroso. Incluso 70 años después es una herida abierta, que recuerda por lo que tuvieron que pasar nuestros padres y abuelos. Lo llamaría de una forma muy sencilla: es el día del dolor por la ocupación", dijo Kubilius a la emisora de radio lituana Ziniu Radijas.
El jefe del Gobierno lituano cree que el medio siglo de "ocupación" -desde que la URSS invadiera los países bálticos en 1941 hasta su independencia en 1991- dejó secuelas que el país sigue arrastrando hasta el día de hoy.
"Esas secuelas se pueden ver por todas partes, empezando por nuestra mentalidad y terminando por cuestiones económicas, e incluso en la esfera energética todavía tratamos librarnos de aquello en lo que nos metieron por la fuerza y donde hemos estado todos esos años de ocupación", apuntó Kubilius.
El primer ministro manifestó que los lituanos recuerdan en este día las deportaciones y la resistencia a las autoridades soviéticas.
"A fin de cuentas recordamos las vidas rotas y el destino roto de nuestro país, y cuán difícil nos resultó volver a ponernos en pie, volver a una vida europea, occidental", indicó el líder del Gobierno de Vilna.
Más de 17.000 lituanos fueron deportados a Siberia, el Extremo Norte ruso y Asia Central desde junio de 1941. Un número similar de ciudadanos sufrió la deportación en Letonia y alrededor de 6.000 personas en Estonia.
La mayoría de los deportados de las tres repúblicas bálticas fueron rehabilitados y pudieron volver a su tierra tras la muerte de Stalin en 1953.
EFE
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