El ministro de Justicia, Ralph Kasambara, ordenó no detener a ningún gay hasta que se tome una decisión final sobre las leyes, cuya aplicación acarrea penas de hasta catorce años de cárcel.
El Gobierno de Malaui anunció hoy la suspensión temporal de las leyes que penalizan la homosexualidad, hasta que el Parlamento decida si revoca esas normativas.
El ministro malauí de Justicia, Ralph Kasambara, ordenó a la Policía no detener a ningún homosexual hasta que se tome una decisión final sobre las leyes, cuya aplicación acarrea penas de hasta catorce años de cárcel.
El ministro de Información, Moses Kunkuyo, confirmó a Efe que está bajo revisión la controvertida legislación, criticada por algunos líderes occidentales y grupos defensores de los derechos humanos.
El pasado mayo, la presidenta de Malaui, Joyce Banda, aseguró, poco después de acceder a la Jefatura de Estado, que su Gobierno derogará las leyes que criminalizan la homosexualidad.
El activista pro derechos humanos malauí Undule Mwakasungula dijo a Efe que la decisión anunciada hoy es un paso positivo, pero insuficiente.
"Es una buena medida, aunque queremos que (la ley) sea completamente revocada más que ser objeto de un proceso de revisión", subrayó Mwakasungula.
En un comunicado, Amnistía Internacional (AI) calificó la decisión del Ejecutivo como "un paso histórico en la lucha contra la discriminación en el país".
El pequeño país africano, uno de los más pobres del mundo, atrajo la atención internacional en 2010, cuando una pareja gay, Tiwonge Chimbalanga y Steven Monjeza, fue condenada a catorce años de prisión por celebrar una ceremonia tradicional de compromiso.
Chimbalanga y Monjeza fueron finalmente perdonados después de que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidiera clemencia para los sentenciados.
Homosexuales, lesbianas, bisexuales y travestis son considerados delincuentes en muchos países de África, donde también son acosados socialmente.
EFE
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