En un comunicado presentado en la Bolsa de Kuala Lumpur, la compañía informó de que sus pérdidas alcanzaron los 97,29 millones de dólares.
La aerolínea malasia Malaysian Airlines (MAS) casi duplicó sus pérdidas en el segundo trimestre tras las tragedias de los vuelos MH370 y MH17 y advierte de que la situación empeorará en lo que queda de año, informó este jueves la prensa local.
En un comunicado presentado en la Bolsa de Kuala Lumpur, la compañía informó de que sus pérdidas alcanzaron los 307 millones de ringgit (97,29 millones de dólares o 73,78 millones de euros), frente a los 176 millones del mismo periodo en 2013.
Se trata del sexto trimestre desde finales de 2012 que los números rojos tiñen los resultados de la compañía, que arrastra problemas financieros desde antes de los siniestros ocurridos en marzo y julio pasados.
Los ingresos bajaron en el segundo trimestre un 5,05 por ciento hasta los 3.780 millones de ringgit (1.197 millones de dólares o 908 millones de euros), sobre todo debido a la bajada de clientes, la competencia de otras aerolíneas y el precio del combustible, según el diario "The Star".
"El impacto total de las dos tragedias del MH370 y MH17 golpearán a MAS en la segunda mitad del año, donde hemos visto una bajada semanal de las reservas del 33 por ciento, inmediatamente después del incidente del MH17", indicó la aerolínea en el comunicado.
El factor de carga en el segundo trimestre bajó un 6,7 por ciento asta el 73,7 por ciento, comparado con el 80,4 por ciento en el mismo periodo de 2013.
Entre abril y junio, 4,2 millones de pasajeros volaron con Malaysian Airlines.
El pasado 8 de marzo, el Boeing 777 del vuelo M370 de la aerolínea desapareció en el océano Pacífico con 239 personas a bordo tras desviarse de su ruta entre Kuala Lumpur y Pekín por causas desconocidas.
Cuatro meses más tarde, el 17 de julio, otro Boeing 777 del vuelo MH17 de Malaysian Airlines fue derribado con 298 personas a bordo cuando sobrevolaba una zona de combates entre el Gobierno y los rebeldes en el este de Ucrania.
Khazanah Nasional, la empresa inversora estatal de Malasia, posee el 70 por ciento de las acciones de la aerolínea y el pasado 8 de agosto anunció planes de privatización para frenar las pérdidas.
El plan de reestructuración puede incluir el despido de unos 20.000 empleados y la cancelación de rutas de vuelo a China y Europa.
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