Autoridades dijeron a la cadena Televisa que el Gobierno trata "de restablecer el orden con la menor violencia posible".
El fiscal general de México, Jesús Murillo, confirmó un enfrentamiento entre militares y autodefensas en el estado de Michoacán durante el inicio del desarme de estos grupos, pero no quiso precisar el saldo de víctimas.
Murillo dijo a la cadena Televisa que el Gobierno trata "de restablecer el orden con la menor violencia posible" en un estado donde han surgido numerosos grupos de civiles armados para defenderse del cártel de Los Caballeros Templarios.
"No hay duda alguna de que tenemos que restablecer el Estado de Derecho", afirmó el titular de la Procuraduría General de la República (PGR), quien añadió que el Gobierno actúa "con toda la prudencia, la cautela y el cuidado para evitar la violencia".
Confirmó que el inicio del restablecimiento del orden legal se registró un enfrentamiento en la zona de Tierra Caliente, cuyo saldo no reveló a la espera de tener más información sobre los hechos.
Estanislao Beltrán, uno de los dirigentes de las autodefensas, dijo a Efe que los militares abrieron fuego contra la población civil en el poblado de Antúnez cuando les cerraron el paso después que habían desarmado a los grupos comunitarios.
Según el dirigente, allí fallecieron cuatro personas, entre ellos una niña de 11 años. La Secretaría de la Defensa aún no ha informado del choque ni de las presuntas víctimas.
Murillo aseguró que "el Estado no va a permitir que nadie, que ningún cartel se imponga sobre la ciudadanía" y destacó que "hay muchos líderes "templarios" detenidos en los últimos meses".
"Si alguna organización (criminal) ha sido realmente desmantelada, es esa", respondió el funcionario a los líderes de las autodefensas que aseguran que no entregarán las armas hasta que los dirigentes de Los Caballeros Templarios sean capturados.
El Gobierno federal pidió el lunes a las autodefensas entregar las armas o incorporarse a los cuerpos de seguridad institucionales, de lo contrario, advirtió que aplicaría la ley "de manera rigurosa e indiscriminada".
"No vamos a ser generadores de violencia", pero tampoco se puede permitir "que la población sufra de otro tipo de violencia permanente, presiones, extorsiones, secuestros, nos va a costar trabajo, tiempo y esfuerzo", insistió Murillo.
EFE
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