El Ministerio de Salud recomienda la detección precoz de los primeros síntomas del alzheimer, ejercitar la memoria, la función intelectual y mantener hábitos de vida saludables.
En el Perú más de 200 mil personas mayores de 60 años de edad tiene alzheimer, enfermedad neurodegenerativa que genera pérdida progresiva de la memoria, afirmó el médico psiquiatra Manuel Escalante, Integrante del Equipo Técnico de la Dirección de Salud Mental del Ministerio de Salud (Minsa).
Causa desconocida
En el marco del Día Mundial del Alzhéimer, el médico agregó que es difícil determinar quién desarrollará la enfermedad de alzheimer debido a que se trata de una alteración compleja de causa desconocida y en la que intervienen múltiples factores como: avanzada edad, herencia familiar, medioambiente, consumo de tabaco, dietas grasas, entre otros.
El especialista destacó que en la fase inicial de la enfermedad surgen pequeñas e imperceptibles pérdidas de memoria que se van haciendo más notorias con el tiempo e incapacita al afectado, quien tendrá problemas para realizar tareas cotidianas y simples como: abotonarse la camisa, o dificultada para hablar, razonar, leer o escribir.
También la persona con alzheimer puede presentar desorientación, incluso en lugares conocidos y cambios de carácter: irritabilidad, confusión, apatía, decaimiento, falta de iniciativa y espontaneidad.
Según estudios científicos, existen además algunos factores de riesgo no genéticos que pueden determinar el momento en el que comienza a aparecer esta enfermedad como: alteraciones del sistema cardiovascular, traumatismo craneoencefálico, depresión, entre otros.
Prevención
Escalante recomendó centrarse en la detección precoz de los primeros síntomas, ejercitar la memoria y la función intelectual. Además, mantener hábitos de vida saludables, seguir una dieta equilibrada baja en grasa protegerse del deterioro cognitivo, realizar actividad física, ejercitar el cerebro y disfrutar de la vida social.
Asimismo, destacó que es importante que la persona con alzheimer tenga el apoyo cercano de un familiar o una persona de su entorno, ya que el propio enfermo puede tratar de minimizar los síntomas que presenta a la hora de explicarlos. Además, debido a los trastornos de memoria que sufre el propio paciente no da a conocer todo lo que le ocurre.
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